La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó una ampliación de 200 millones de pesos (US$14,7 millones) etiquetados al TAV México-Querétaro, en el PPEF 2015.
La Cámara de Diputados aprobó una ampliación de 200 millones de pesos (US$14,7 millones) en el presupuesto a ejercer en el 2015 para iniciar los trabajos de construcción del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro para alcanzar 1.998,4 millones de pesos (US$147,3 millones).
Estos recursos incluyen la construcción del viaducto Bernardo Quintana, que conectará con la estación terminal en la ciudad.
Dicha cantidad representa 4,4% del total del costo estimado para la construcción del proyecto de 45.061,5 millones (US$3.323 millones) -según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 (PPEF)-. De manera que el esquema de financiamiento en Asociación Público-Privada será fundamental para el desarrollo del proyecto.
Por ejemplo, la propuesta del consorcio de empresas liderado por China Railway Construction Corporation (cuyo fallo fue revocado el pasado 6 de noviembre) por 50.820,3 millones de pesos (US$3.748,3 millones) sin IVA, (85% para construcción y el resto para mantenimiento y operación), incluía un financiamiento del Eximbank de la República de China de 85% del monto total del contrato a un plazo de 17 años, más 2,5 años de gracia y una tasa de interés fija de 3,22%; es decir, un crédito de 43.197,2 millones de pesos (US$3.186,3 millones), prácticamente el monto para la construcción.
El aspecto del financiamiento, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) -previo a anunciar la cancelación del fallo- contribuyó a que la propuesta fuera económicamente viable, dado que le generaba al gobierno federal un ahorro de 2.767 millones de pesos (US$204 milones) en el proyecto.
No obstante, el TAV México-Querétaro no será el único proyecto que según el decreto de presupuesto 2015 contará con el financiamiento privado.
De acuerdo con el PPEF 2015, el proyecto de la construcción del Tren Transpeninsular Mérida-Cancún no cuenta con recursos etiquetados para su desarrollo, ni tampoco la Cámara de Diputados refiere recursos para éste.
Sin embargo, en días pasados la SCT confirmó su construcción, y el lanzamiento de la licitación en el 2015, de manera que pudiera sujetarse a este esquema de Asociación Público-Privada, no obstante de que al inicio de la administración federal se informó que las obras serían públicas en su totalidad.
A diferencia de los trenes México-Toluca y México-Querétaro, este proyecto es de tipo turístico y de manera nocturna se utilizará para transportar carga.
En línea con el Programa Nacional de Infraestructura para la construcción del Tren Transpeninsular se proyecta una inversión total de 17.954 millones de pesos (US$1.324,2 millones).
De acuerdo con lo aprobado por la Cámara de Diputados, para el rubro de proyectos de infraestructura ferroviaria en el país se asignó un monto de 19.189,5 millones de pesos (US$1.415,3 millones), en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015; el presupuesto total del país será de 4,6 billones de pesos (US$39.273 millones).