La semana pasada el Gobierno de Mauricio Macri presentó un proyecto para que los agricultores del país austral paguen regalías por el uso de semillas de segunda generación por dos campañas, a diferencia de la actual legislación que permite su reproducción de manera gratuita.
Buenos Aires. El nuevo proyecto del Gobierno de Argentina para la regulación del pago de regalías por el uso de semillas de segunda generación posee elementos "preocupantes" para la estimulación de inversiones, dijo a Reuters el director general de Syngenta para Latinoamérica Sur.
La semana pasada el Gobierno de Mauricio Macri presentó un proyecto para que los agricultores del país austral paguen regalías por el uso de semillas de segunda generación por dos campañas, a diferencia de la actual legislación que permite su reproducción de manera gratuita.
El debate sobre el pago o no de regalías por el uso de semillas reproducidas ha sido durante años una fuente de tensión entre los agricultores de uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos y los desarrolladores de simientes, una tirantez en la que el Gobierno ha querido mediar.
"Es importante el respeto a la ley de patentes", dijo Antonio Aracre, director general de Syngenta para el sur de Latinoamérica.
El ejecutivo explicó que, de acuerdo con lo analizado por la empresa, el proyecto posee "elementos que serían preocupantes desde el punto de vista de la estimulación a la inversión".
"Creemos que (...) hay que eliminar el uso propio y gratuito porque no se corresponde con la estimulación a la innovación tecnológica", agregó Aracre.
Las dudas del director regional de Syngenta tienen lugar en momentos en que el Gobierno argentino ha organizado un foro con el objetivo de atraer capitales extranjeros para apuntalar su economía.
De hecho, según Aracre, las medidas que aplicó Macri en sus primeros nueve meses de gestión -entre ellas la eliminación a límites e impuestos a las exportaciones de granos y carne bovina- han sido pasos efectivos en la búsqueda de inversiones extranjeras por parte de la segunda economía de Sudamérica.
Sin embargo, para el representante del grupo suizo, la regulación del cobro de regalías, como también las dudas de si el Gobierno cumplirá con una promesa de reducir en 5 puntos porcentuales el impuesto a las exportaciones de soja, son los "nubarrones" en lo que en general es "un ambiente mucho más positivo, mucho más amigable hacia el sector".
A las semanas de asumir en diciembre, Macri redujo en cinco puntos porcentuales la tasa a los embarques de soja a 30 por ciento y prometió recortar el impuesto en cinco puntos porcentuales durante cada uno de sus cuatro años de gestión.
Pero dificultades fiscales que el Gobierno tuvo este año para aplicar algunos recortes presupuestarios podrían alterar sus planes, señaló el martes a Reuters el jefe de Gabinete argentino.