El detonante de la crisis fue una mezcla de factores: el principal, el atraso cambiario, que encarece el costo de los productores y los deja casi sin margen para jugar en el mercado internacional. Además, el cierre del mercado brasileño por la detección de una plaga.
Montevideo. Las manzanas ruedan por la ruta hasta cubrirla por completo. Al costado, los productores, en una mezcla de desesperación y enojo, recurren a una modalidad de protesta que podría asemejarse al "suicidio bonzo" de la economía.
Para los fruticultores, de hecho, es la única manera de llamar la atención sobre su situación desesperante y tratar de negociar alguna medida de alivio con las autoridades. Claro que la cantidad de manzanas tiradas sobre la cinta asfáltica es apenas una pequeña parte de los 200 millones de kilos que se están pudriendo en los árboles, sin ser recolectados.
El detonante de la crisis fue una mezcla de factores: el principal, el atraso cambiario, que encarece el costo de los productores y los deja casi sin margen para jugar en el mercado internacional. Además, el cierre del mercado brasileño por la detección de una plaga.
Para colmo, se sumó la inclemencia del granizo para completar un cuadro desolador en la región frutihortícola de Neuquén y Río Negro.
Pero lo que realmente provocó la ira de los productores fue la actitud gubernamental. La ayuda financiera sólo llegó parcialmente: apenas un tercio de los 300 millones de pesos argentinos prometidos. Y los funcionarios se negaron a dialogar con los productores por desacuerdos con la modalidad de protesta, consistente en el corte de rutas y puentes.
Por lo pronto, el malestar está reflejándose también en el plano político. A pesar de la activa militancia de Cristina Fernández de Kirchner,el oficialismo viene acumulando derrotas en Río Negro, Neuquén, Mendoza y La Pampa.
El tema todavía no ha sido debidamente notado en Buenos Aires, siempre ombliguista y autoreferencial, donde los temas de debate siguen siendo las chicanas de la campaña electoral y el dólar blue.
Pero en el resto del país, la crisis inocultable de las economías regionales está al tope de la agenda. Un informe de la Fundación Mediterránea indica que el retroceso promedio de las exportaciones es de 14%, con una situación particularmente grave en la región patagónica, donde la caída interanual llega al 30%.
Sin embargo, no tiene el patrimonio exclusivo de la crisis. También la región Noroeste está en problemas, con exportaciones cayendo al 29%, por las dificultades en el sector minero. Mientras que la zona pampeana registra un retroceso de 10%, con la cebada y leche como rubros más afectados.
También hay descensos de dos dígitos en cultivos regionales del norte, como el arroz, te, tabaco y extracto de quebracho.Lo cierto es que, por más que sea un tema ignorado en la agenda informativa nacional, esta crisis no puede ser minimizada por mucho más tiempo. Sobre todo, en el contexto de una campaña electoral.
El enojo evidenciado por las protestas de Río Negro puede ser apenas la punta del iceberg.
Por si la situación no fuera grave de por sí, hay ingredientes políticos que pueden exacerbar el malhumor social. Los discursos que traslucen poca información sobre la realidad de las provincias equivalen a agregarle combustible a la hoguera.
Por caso, en una reciente visita a Mendoza para apoyar al candidato del Frente Para la Victoria, la presidenta reivindicó como un mérito del gobierno la buena imagen internacional de los vinos varietales malbec. "El malbec es un emblema e ícono nacional como el bife de chorizo; el último año se exportaron US$ 486 millones de malbec, más del 50% de US$ 845 millones en materia de exportación", sostuvo la presidenta.
Es probable que, para los mendocinos, el discurso haya tenido el efecto opuesto al buscado.
Es que, lejos de estar festejando el hecho de ser "un ícono nacional", el malbec está sufriendo un retroceso, consecuencia de la política cambiaria.
Tras haber crecido a un ritmo de 10% anual hasta 2010, las ventas de este vino varietal están cayendo al 4% anual, indica un informe de la Fundación Mediterránea.
"Las bodegas exportan cada vez menos cajas de vinos de bajos precios y esto repercute en toda la cadena productiva, generando quebrantos en los viñateros. Hace cinco años que el precio de la uva de la variedad malbec se mantiene estancado en pesos, perdiendo la carrera contra la suba de los costos", señala el informe.