A juicio de los expertos, la principal razón de la preferencia de los consumidores por la stevia es que se trata de un endulzante 100% natural, versus la negativa publicidad que ha afectado a algunos edulcorantes artificiales como el aspartame y el ciclamato de sodio.
¿Azúcar o endulzante? Cuando se hace esta pregunta, la mayoría opta por lo segundo, felices de ingerir menos calorías. Ya sea pos salud o para bajar de peso, la búsqueda de reemplazos al azúcar ha disparado el mercado de los edulcorantes en el último tiempo y generado una gran variedad de productos y formatos.
Muchos endulzantes han estado de moda, pero el que ha revolucionado el mercado es la stevia, “la única que puede ser catalogada de naturalmente dulce, ya que proviene del extracto de la planta Stevia Rebaudiana Bertoni”, explica Ernesto Guzmán Castro, Químico Farmacéutico del INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos). Y agrega que todos los demás edulcorantes son obtenidos a partir de síntesis químicas”.
La stevia representa un mercado mundial de US$ 400 millones en ventas y hoy se alza como el segundo edulcorante más consumido a nivel global, asevera Eduardo Agosin, profesor del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica. “La número uno sigue siendo la Sucralosa, aunque el consumo de Stevia ha ido acaparando más torta del mercado desde que fue introducida en 2008, cuando fue aprobada por la FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de Estados Unidos)”.
A juicio de los expertos la principal razón de la preferencia de los consumidores por la stevia es que se trata de un endulzante 100% natural. “La mayor demanda por stevia también ha sido gatillada por la negativa publicidad que ha afectado a algunos edulcorantes artificiales como el Aspartame y el Ciclamato de Sodio”, cuyos detractores acusan de producir cáncer, pérdida de la memoria y aumento del pH intestinal, entre otros trastornos, dice Guzmán.
Sólo en 2013 se vendieron 700 diferentes productos alimenticios en la Unión Europea que incluyeron stevia en su formulación, mientras que en Latinoamérica se comercializaron más de 100. Un gran avance en la región fue la introducción de bebidas reformuladas como Fanta, Fresca y Sprite en México, comenta Agosin, “y la introducción de Coca Cola Life en Argentina y Chile”.
El hecho de que Coca-Cola haya estrenado su producto “Life” sólo en Chile y Argentina no es para nada casual, dice Agosin, dado que estos dos países tienen una alta penetración de productos reducidos en azúcar, además de un tradicional consumo de productos de la marca.
Y, justamente, uno de los principales mercados de la stevia son las bebidas gaseosas. Hoy se puede reemplazar hasta 30% del azúcar en bebidas, sin que se note la diferencia. “El desafío es reemplazar al menos el 50% del azúcar o lo más cercano al 100%, considerando que la obesidad y el sobrepeso hoy afectan al 70% de la población chilena”, señala Agosin.
Por este mismo motivo Chile se ha sumado a la producción y exportación de stevia, mientras hoy los principales países productores son China, Malasia, Ecuador y Paraguay, quienes abastecen a Estados Unidos, Europa, Japón y demás países de América Latina.
Made in Chile. Si bien hoy se puede encontrar Stevia en diferentes formatos como extracto de hojas, polvo cristalino y líquida, hay importantes diferencias de sabor entre una marca y otra, al punto que algunas son amargas y otras muy dulces. Esta diferencia se explica por la cantidad de impurezas que deja el proceso de producción, detalla Agosin.
Por lo tanto, el ideal es mantener la proporción de compuestos endulzantes que presenta originalmente la planta, un principio que la empresa chilena Prodalysa se ha empeñado en llevar a cabo, asegurando contar con el único método de producción de Stevia 100% natural, además de innovador. “Desarrollamos un proceso compuesto por muchas etapas de filtración en las cuales no agregamos ningún tipo de alcohol”, asegura Javier Sainz, fundador y director de Prodalysa.
Sin dar mayores detalles de su fórmula, el ejecutivo comenta que éste es un enfoque único en el mundo, debido a que “técnicamente, conservamos el mismo perfil endulzante que trae la planta”. Gracias a ello la compañía obtiene tres diferentes productos: stevia en estado líquido (un extracto purificado de la planta); stevia en polvo (también un extracto purificado y secado mediante pulverización directamente de la planta); y tristevia, una mezcla de agua purificada de la planta con azúcar fino molido.
Este modelo ha tenido tales aciertos para la empresa, que su producción es comercializada en Chile, además de ser exportada a Europa, Israel, Australia, México y otros países de la región. El 2013 cerró con ventas por US$3 millones y su objetivo para este año es mantener una tasa de crecimiento cercana al 50%.
Los próximos pasos de Prodalysa son posicionar productos endulzados con Stevia que respeten los principios de su producción. “Creemos que la industria de los lácteos y jugos se acercan mucho a nuestro modelo de producción”, dice Sainz. Asimismo, la firma también está trabajando con algunas empresas de gaseosas y endulzantes de mesa a fin de posicionarse en estos mercados.
Otro productor chileno que entró a este mercado es Agrostevia, que se ha especializado en la producción y comercialización de hojas de la planta, también respetando un proceso de extracción natural.
Después de realizar labores en terreno como obtención de plantines, preparado de suelo, riego, trasplante y podas correspondientes, “dejamos que la planta se desarrolle cumpliendo su ciclo fisiológico y monitoreando la aparición de plagas y enfermedades”, afirma Raúl Palma, gerente Técnico de Agrostevia.
Esto se lleva a cabo hasta que aparecen los indicadores que permiten a la empresa cosechar las hojas justo en el punto en que las plantas presentan la mayor concentración de dulzor. Una vez cosechada las hojas, éstas se limpian y se depositan en camas de deshidratado por un período variable. Cuando las hojas ya han sido deshidratadas, éstas se guardan en contenedores en un lugar especialmente higienizado y seco hasta su envasado.
Así, la empresa comercializa plantas y hojas deshidratadas de Stevia principalmente en la V, VII, VIII Regiones del país, además de la Región Metropolitana. El año pasado vendió un total de US$25.000 y el 70% de sus ingresos provino de la comercialización directa de plantas, mientras que el porcentaje restante fue producto de la venta de hojas deshidratadas y asesorías a pequeños agricultores de Stevia.
Para la temporada 2014-2015 Agrostevia apunta a crecer 100% en la producción de material vegetal y hojas deshidratadas, con miras a lanzar nuevos productos como hojas pulverizadas e infusiones endulzadas a partir de estas hojas. “Queremos llegar a todos los consumidores, especialmente a aquellos que presentan enfermedades crónicas no trasmisibles como obesidad y diabetes”, destaca Palma.
La empresa también ha cifrado expectativas de negocio en el reciclaje de los desechos de su producción de stevia, ya que su idea es emprender algunos proyectos aprovechando esos residuos como complemento forrajero a la alimentación de animales.
Hierba medicinal. Pocos lo saben, pero la stevia es mucho más que un endulzante natural. Estudios científicos han comprobado su positivo efecto para reducir la glucosa en la sangre -que causa diabetes-, actuando además como un excelente vasodilatador, desintoxicando el organismo de la ingesta de alcohol y tabaco, y reduciendo de paso la presión arterial, entre otras propiedades.
Stevia Bío Bío es una firma chilena que ha aprovechado estos atributos y hoy comercializa las hojas deshidratadas de stevia como hierba medicinal. La empresa también vende semillas, plantas y plantines de stevia, participando también como socia de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción, en el desarrollo de procesos a base de stevia.
En 2013, vendió US$14.000 en el mercado local. Incluso, la compañía revela que ha tenido demanda de diversos países para exportar sus productos, pero no están en condiciones de hacerlo, “debido a los volúmenes de producción que se requieren”, precisa Víctor Fuentes, asesor técnico de stevia Bío Bío. “No obstante, esto habla bien de nuestra producción, la que hemos logrado adoptar a las condiciones de clima de la VIII Región, manteniendo la variabilidad genética y el mejoramiento productivo”. Sus principales objetivos para este año son estabilizar la plantación considerando la escasez de agua para riego y profundizar en la selección de material para propagación.
La mayor conciencia por la alimentación saludable y la tendencia a la menor ingesta de azúcar otorgan una buena perspectiva al negocio de la stevia. Pequeños productores chilenos ya se lanzaron en esta aventura.