El bombeo por el oleoducto se encuentra suspendido tras una secuencia de atentados que provocaron el derrame de más 15.000 barriles de crudo, sostiene un informe de la estatal colombiana.

En el último mes se han detectado y reparado 78 válvulas y perforaciones ilícitas en el Oleoducto Transandino (OTA), que reiniciará el bombeo de crudo en los próximos días, dice un informe de prensa de la estatal Ecopetrol.

El bombeo por el oleoducto se encuentra suspendido tras una secuencia de atentados que provocaron el derrame de más 15.000 barriles de crudo, recuerda el informe.

Las válvulas ilícitas, usadas para hurtar crudo, son un riesgo para el medio ambiente y para las comunidades que viven cerca al oleoducto. Del total de válvulas encontradas, 34 han sido localizadas en zonas donde el tubo va enterrado y 44 en tramos donde el tubo se encuentra destapado.

En la variante Guayacana, en el municipio de Tumaco (Nariño), se concentra la situación más crítica. En este punto, luego de destapar 400 metros de tubería con el apoyo de máquinas retroexcavadoras, se ha encontrado el 60% de las válvulas identificadas, muchas de ellas junto a viviendas y sitios de tránsito de personas y animales, explica la petrolera colombiana en un informe de prensa.

En labores de revisión de la tubería se detectaron válvulas o perforaciones ilícitas debajo de las casas que se encuentran asentadas sobre el derecho de vía en los kilómetros 225, 230 y 224.

Adicionalmente, gracias al trabajo coordinado con la Fuerza Pública, desde noviembre pasado se han destruido 10 refinerías o alambiques ilegales en las zonas aledañas al sistema.

Previo al reinicio de la operación de llenado del oleoducto, Ecopetrol realizó una campaña informativa dirigida a las comunidades que viven cerca del OTA en la que se anunció que el oleoducto trabajará con una mayor presión.

Ecopetrol reitera su llamado a la ciudadanía para que denuncie ante las autoridades competentes la instalación de válvulas ilícitas con el fin de prevenir riesgos para la vida de las personas y afectaciones ambientales.

El Oleoducto Transandino es de propiedad de la filial Cenit y su operación y mantenimiento está a cargo de la Vicepresidencia de Transporte y Logística de Ecopetrol, remarca el informe.