La caída del precio del crudo golpeó la economía del país andino y lo llevó a incumplir con el pago de tarifas por la operación de los campos, lo que ha trastocado el plan de inversiones de las petroleras.
Quito. Ecuador buscará acordar un plan con las petroleras que le prestan servicios para liquidar una deuda pendiente de unos US$2.000 millones, empezando por Schlumberger, dijo este miércoles a Reuters el ministro de Petróleo, Carlos Pérez.
La caída del precio del crudo golpeó la economía del país andino y lo llevó a incumplir con el pago de tarifas por la operación de los campos, lo que ha trastocado el plan de inversiones de las petroleras.
"En el caso de Schlumberger es una discusión integral, en donde se va a revisar tarifas, se va a revisar la parte de duda con ellos e inversiones adicionales", dijo Pérez en su despacho en el norte de Quito.
"Vamos a trabajar en eso, seguramente desde esta semana empiezan las negociaciones y hay una buena apertura por parte de la empresa", agregó, al señalar que la deuda del Estado con Schlumberger es la más alta.
Ecuador también mantiene deudas pendientes con las petroleras Halliburton y Sinopec y otras prestadoras pequeñas locales, según Pérez.
El ex presidente Rafael Correa canceló en abril unos US$150 millones a Schlumberger con papeles emitidos por el Banco Central con los que podría cubrir obligaciones tributarias locales. Según la firma la deuda suma US$1.000 millones y le ha causado "una considerable tensión financiera".
"Tenemos que llegar a acuerdos de pagos con las empresas sea en TBC (títulos emitidos por el Banco Central), o en otro tipo de bonos, y otra parte en efectivo en un cronograma de pagos para tratar de resolver esa situación", explicó el ministro.
Un portavoz de Schlumberger dijo que la empresa veía con optimismo el gobierno del presidente Lenín Moreno, quien asumió la semana pasada, y estaba abierta a una negociación de la tarifa aunque esperaba pruebas concretas del pago de la deuda pendiente desde hace 22 meses.
Ecuador también buscará renegociar contratos con otras petroleras, con las que se encuentra al día en los pagos, pero tiene un margen de maniobra para revisar la tarifa, entre ellas la argentina Tecpetrol, que lidera un consorcio que presta servicios específicos en el campo Libertador.
En las negociaciones, Ecuador quiere indexar las tarifas que paga a las firmas al marcador referencial del WTI para que reflejen la realidad del mercado internacional de crudo e incentivar las inversiones.
"Es una mejor maniobra para las partes. Estamos todos en el suelo o todos en la cama dependiendo de la variación del precio del crudo", agregó el ministro, quien se desempeñó como ejecutivo de la petrolera Halliburton.
Con esta propuesta, el país andino busca reducir los costos de producción en sus campos a fines del 2018 hasta 15 dólares por barril desde los actuales US$18 promedio y elevar el nivel de inversiones para alcanzar una producción de 700.000 barriles diarios (bpd) en los próximos cuatro años.
La producción actual de Ecuador se ubica en 535.000 bpd.
El socio más pequeño de la OPEP prepara las bases de licitación para financiar la perforación de 40 pozos en el campo Tambococha, parte del bloque petrolero ITT, el mayor del país ubicado en las inmediaciones del Parque Yasuní.
Además prevé llamar a otra licitación internacional para buscar unos US$1.000 millones a fin de desarrollar unos 15 campos pequeños y marginales.