Aunque los armadores habían requerido extender las pruebas hasta que el gobierno adopte una decisión definitiva sobre la autorización de esta pesca, la Secretaría del Mar anunció este jueves que la fase experimental finalizaba.
Con más de 2.000 toneladas capturadas, la fase experimental de la pesca de merluza culminó este jueves. Once barcos estuvieron involucrados en el plan que busca ser una alternativa a la pesca de arrastre.
Aunque los armadores habían requerido extender las pruebas hasta que el gobierno adopte una decisión definitiva sobre la autorización de esta pesca, la Secretaría del Mar anunció este jueves que la fase experimental finalizaba.
Juan Carlos Correia, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Armadores de Barcos Pesqueros-Camaroneros, aspira a que en este mes exista una resolución que avale la pesquería de merluza y se asignen los cupos a las embarcaciones.
El dirigente gremial indicó que los resultados obtenidos en estas semanas hacen viable la pesca de esta especie, pues con las redes usadas la mayor parte de las capturas corresponden a merluza y una tasa reducida a especies pequeñas.
La Subsecretaría del Mar aseguró que “durante la faena se registra una ínfima captura de especies no comerciales”. Como dato preliminar refirió que se ha obtenido un promedio de 94,29% de captura de merluza en cada lance.
Correia estimó que bien se podrían conceder entre 25 a 30 cupos para la pesquería de merluza. Esta decisión, sin embargo, dependerá del Ejecutivo.
Los armadores que participaron de las pruebas realizaron inversiones en redes de un ojo más grande, pues las que usaban en el arte de arrastre eran de distintas características.
De permitirse que hasta 30 barcos se vinculen a la pesca de merluza, aún quedarían embarcaciones a las que se les tendría que definir su futuro.
Correia mencionó que de los 112 barcos que debieron salir el 15 de diciembre pasado tras el fin de las faenas de arrastre, 10 tienen cupos para pesca de pelágicos (peces pequeños) y 5 para anguila. Otro grupo de 25 a 30 estaría a la espera de definiciones sobre la pesca de merluza y 67 estarían a la espera de ‘algo real’ tras avalúos que aún no finalizan.
“Los que no entren van a tener que acogerse a planes pilotos o van a chatarrización previo un avalúo comercial, también se habla de un bono...”, indicó Correia.