La planta de lácteos de la Universidad Técnica Particular de Loja es la cuarta industria a escala nacional que produce el yogur de soya después de Guayaquil, Babahoyo (provincia de Los Ríos, litoral centro) y Guaranda (Bolívar, centro andino).
Loja. La producción de yogur de soya comenzó hace año y medio en la planta de lácteos de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), en el sur andino ecuatoriano, donde actualmente se produce 2.400 litros cada mes.
Es la cuarta industria a escala nacional que produce el yogur de soya después de Guayaquil, Babahoyo (provincia de Los Ríos, litoral centro) y Guaranda (Bolívar, centro andino).
Además, quienes más demandan el producto son los lactointolerantes y los veganos, vegetarianos cuyas prácticas alimenticias evitan el consumo de alimentos provenientes de animales.
Dayana Núñez, ingeniera agroindustrial y jefa de producción de la Industria Nacional de Alimentos Agropecuarios (Inaagro), comentó que la elaboración del alimento surgió como un proyecto para poner en práctica los conocimientos adquiridos en la escuela de Ingeniería de Alimentos de la UTPL.
No obstante, junto a Ronald Freire, también agroindustrial, observaron que el producto, con un mejor procesamiento, sería apetecible y podría competir con el productor derivado de la leche. Fue entonces cuando empezaron los estudios agroindustriales, de producción y mercado para producir yogur con la leguminosa.
El 1 de marzo, el yogur de soya cumplió su quinto mes a la venta en centros de abastos y tiendas de las ciudades australes de Loja y Cuenca. Semanalmente la empresa produce 600 litros del producto en presentaciones que van de 100 gramos hasta los cuatro litros (un galón). Sus costos oscilan entre los US$30 centavos y cinco dólares.
Asimismo, su producción atraviesa un proceso riguroso. El primer paso es la adquisición de la soya en el mercado productor de la provincia de Los Ríos. Aquí adquieren de 20 a 25 quintales para la producción semestral del yogur.
Una vez en la planta de lácteos muelen la soya para obtener el líquido de la leguminosa y luego es fermentada para transformarla y darle el sabor similar al yogur de leche.
Ya en el mercado, el yogur se expende con la marca de Soyard y en los sabores de mora, fresa y durazno. Su ingreso al comercio local tuvo acogida por las propiedades proteínicas de la soya. Según un estudio de la UTPL, la soya posee 37% de proteínas, un porcentaje superior a la carne de res que tiene 28%.
Además, sus niveles de omega seis la vuelven más nutritiva.Próximamente, los promotores del producto anuncian producir otros derivados de la soya como carne, granula, galletas, aderezos para sopa y queso.