César Baquerizo Arosemena, director de la constructora Conbaquerizo, señala que no existen contratos que se acoplen al sector, caracterizado por la alta rotación de los trabajadores, ausentismo y la movilidad de obra en obra.
El sector de la construcción ecuatoriano no encuentra en la ley una base que se aplique a sus necesidades laborales. Ese vacío causa preocupación ante el endurecimiento de sanciones por la no afiliación que se prepara tras la aprobación de la pregunta diez de la consulta popular.
Actualmente, el IESS permite el Seguro Parcial –que funciona según los días laborados–, pero el Código de Trabajo no da espacio para contrataciones por un tiempo menor a un mes, según Humberto Plúas, especialista en Derecho Laboral.
En el caso de la construcción, explica, si se dieran contratos físicos, estos serían por obra cierta (una tarea específica), pero finalizado el acuerdo el empleador no podría volver a contratar recurrentemente al mismo trabajador.
Jaime Rumbea, director de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive), recalca que el endurecimiento de la ley sobre afiliaciones debería hacer que se revisen las leyes, en especial el Código de Trabajo.
César Baquerizo Arosemena, director de la constructora Conbaquerizo, señala que no existen contratos que se acoplen al sector, caracterizado por la alta rotación de los trabajadores, ausentismo y la movilidad de obra en obra.
Esto, ya que mientras la forma de trabajo es semanal, no hay contratos que lo autoricen y si se liquida al trabajador y luego se lo contrata nuevamente podrían ser acusados de inestabilidad laboral.
Sin embargo, sí hay la opción para afiliar a los obreros por días en la web del IESS. Allí se coloca cuántos días trabajó y si se termina la relación laboral, señalan constructores.
Pese a esta posibilidad, obreros de la construcción se quejan de la falta de afiliación.
Un carpintero, quien prefiere la reserva de su nombre, dice que aunque lleva cerca de un año en la obra, no está afiliado ni tiene un contrato. Su paga es semanal, le entregan US$90.
A uno de sus compañeros, en cambio, le cancelan US$15 por día. Él trabaja para otra empresa y su especialidad es estructura metálica y techado. Tampoco está afiliado y va a cumplir un mes en esa obra.
La situación de los trabajadores no es distinta en dos urbanizaciones de la vía Terminal Terrestre-Pascuales.
Baquerizo estima que al menos el 80% de los obreros de la construcción no están afiliados. Según José Centeno, presidente de la Cámara de la Construcción, el número del personas no afiliadas no se puede calcular, pero cree que las compañías grandes sí cumplen con esta obligación.
María Olga Chalela, gerente de Recursos Humanos de Inmobiliare, indica que al asignar la obra a un contratista se pide que los trabajadores estén asegurados y luego con la revisión de cada planilla se verifica.
Sin embargo, señala que no se puede precisar si el número de obreros afiliados es el mismo que el de las personas en obra, pues el contratista puede requerir más según la etapa en que estén los trabajos.
Para Omar Serrano, representante de los afiliados en el directorio del IESS, hay “necesidad de más esquemas de afiliación temporal o parcial, y la necesidad de hacer más ágiles los procesos de afiliación y desafiliación en un sector de alta movilidad”.
30%. Es lo que representa la afiliación dentro del pago de sueldos.