“En el 2008-2009 México lo hizo y tuvo beneficios, pues el precio estaba a la baja. Cuando el precio está al alza es evidentemente necesario estudiar el tema”, dijo el presidente del directorio del Banco Central, Diego Borja.
Guayaquil. Casi dos décadas después, el gobierno vuelve a poner en escena la contratación de seguros petroleros para garantizar ingresos fijos al Estado en caso de una caída de precios en el mercado internacional.
En los gobiernos de Sixto Durán-Ballén y Gustavo Noboa ya se utilizaron medidas similares.
En ambos casos y ahora hubo objeciones, aunque el presidente del directorio del Banco Central, Diego Borja, y el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, expresaron ayer que la propuesta anunciada por el jefe de Estado aún está en discusión.
Borja indicó que se trata de una herramienta que podría funcionar dependiendo del momento en el que se contrate (el seguro).
“En el 2008-2009 México lo hizo y tuvo beneficios, pues el precio estaba a la baja. Cuando el precio está al alza es evidentemente necesario estudiar el tema”.
Rivera argumentó que la compra de los seguros petroleros dependerá de cómo se muevan los “agregados macroeconómicos”. Las autoridades manejan informes semanales.
Explicó que el seguro petrolero en general permite vender petróleo a un precio fijo determinado, el cual estará sometido a un proceso de liquidación permanente.
Jorge Luis Zapater, exgerente de Comercial Internacional de Petroecuador, recordó una operación parecida en la administración de Noboa cuando Rodolfo Barniol fue presidente de Petroecuador.
Entonces la empresa incluyó en las bases de licitación de crudo un seguro petrolero. “Se puso que cuando el crudo Oriente (semiliviano) caiga por debajo de los US$20, la compradora debía reconocer ese precio y eso sucedió en ejecución de los contratos”.
Por esos años, el precio del petróleo cayó por debajo de los US$20 “y las empresas reconocieron los US$20; con esa maniobra lo que se hizo fue trasladar la contratación y el costo del seguro al oferente”, agregó.
Mauricio Gándara, ex ministro en la administración de Alfredo Palacio, casi ratificó lo expuesto en 1993, cuando el vicepresidente Alberto Dahik impulsó la compra de un seguro petrolero por US$11 millones anuales aproximadamente, “es totalmente inconveniente porque no existe riesgo”.
Gándara consideró que lo que se gastará en ese seguro puede invertirse en otros sectores.
El 2 de julio, el presidente Rafael Correa anunció la posibilidad de comprar seguros petroleros por US$200 millones. No precisó si eran anuales.
Ejemplificó, incluso, que si el precio cae a US$60, la idea del seguro es que el comprador pague US$70, si en ese valor se fijara la cobertura.
“Por ahorita no vamos a hacer nada”, pero esperarán el informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para tomar una decisión. Porque cree que si cae el precio del petróleo por la crisis internacional, el país tendrá problemas económicos.