Nuevos equipos se trasladarán al lugar de la filtración la próxima semana para elevar la recolección diaria hasta 53.000 barriles al día. Mientras que la tormenta Alex es una amenaza incierta. Por su parte, Obama y Cameron conversaron sobre el desastre.
Grande Isle. La primera tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico representa una amenaza incierta para el Golfo de México, mientras se redoblan los esfuerzos por contener el peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos.
La tormenta tropical Alex, que está azotando al oeste del Caribe con fuertes lluvias y vientos, por ahora no pasaría cerca del pozo dañado de BP frente a la costa de Luisiana. Pero incluso si pasa lo suficientemente lejos como para generar sólo grandes olas, podría complicar severamente los esfuerzos de limpieza desde Luisiana hasta Florida.
Las estimaciones oficiales actuales sugieren que se están filtrando entre 35.000 a 60.000 barriles de petróleo al día desde el pozo. BP recolectó más de 24.000 barriles el viernes y cerca de 11.640 barriles de crudo en la primera mitad del sábado, estimó la compañía.
Nuevos equipos se trasladarán al lugar de la filtración la próxima semana para elevar la recolección diaria hasta 53.000 barriles de crudo al día, dijo el sábado el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, quien está coordinando la respuesta de Estados Unidos al derrame.
El secretario de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, y el secretario del Interior, Kenneth Salazar, también tienen previsto revisar el miércoles los planes de un nuevo sistema de contención que podría aumentar la cifra recolectada hasta 80.000 barriles por día, afirmó Allen.
La solución definitiva para cerrar el pozo submarino aún depende de un pozo de alivio que está siendo perforado por BP. La compañía dijo el viernes que va camino de interceptar el pozo dañado. Pero los avances podrían caerse por tierra si Alex, o una tormenta posterior, se acerca demasiado al lugar de la filtración.
Allen dijo que BP podría verse obligado a evacuar las barcas y el personal que trabaja para contener el derrame si una tormenta con vientos de 62 kilómetros por hora (39 millas por hora) o más, se encontrase a cinco días del lugar de la filtración. Eso obligaría a dejar el pozo nuevamente fluyendo fuera de control.
Por ahora, Alex no representa tal riesgo -una rara buena noticia para un desastre sin precedentes que ya lleva 69 días. "Entendemos que avanza hacia el oeste en este momento y no amenaza al sitio", dijo Allen.
En la noche del sábado, Alex tenía vientos máximos sostenidos de 104 kmh (65 mph) con ráfagas superiores, y se encontraba a unos 48 km (15 m) al sudeste de Ciudad de Belice, Belice, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
En Grand Isle, Luisiana, un pequeño pueblo junto al mar en el Golfo de México y santuario de la pesca comercial y aficionada, los residentes esperaban con ansias noticias sobre la tormenta. "Si viene y es algo grave, quizás podrías decir adiós a Grand Isle", dijo Pam Brooks, de 50 años. "El petróleo sería esparcido y cubriría todo", agregó.
Obama conversa con Cameron. El desastre del Golfo y su impacto en el gigante energético británico BP estuvo el sábado en la agenda de la primera reunión cara a cara del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron,
Las acciones de BP, que cuenta con la inversión de muchos fondos de pensión británicos, han caído fuertemente desde que comenzó la crisis del derrame y el viernes perdieron otro 6% hasta un mínimo de 14 años.
Los inversores están preocupados sobre los posibles costos para BP, que incluyen US$20.000 millones a un fondo de compensación creado bajo intensa presión política de Estados Unidos, pero que no están limitados a esa cifra. BP dijo que ha pagado US$2.350 millones hasta el momento en la limpieza y los costos de compensación por el derrame.
Obama ha criticado duramente a la compañía, aún cuando su aprobación en los sondeos ha caído debido a la percepción de que su manejo de la crisis ha sido lento. Cameron y Obama "acordaron que no se gana nada al dañar a BP", dijo un funcionario británico después de que los líderes se reunieron en una cumbre del G8/G20 en Canadá.
Ambos también acordaron que BP debe cumplir con sus obligaciones para cerrar el derrame, limpiar los daños y cubrir costos de compensación legítimos.