Los 50 aviones Dreamliner en servicio están inactivos desde el 16 de enero, luego de una serie de incidentes con las baterías del avión, incluido un incendio ocurrido cuando un 787 de Boeing estaba en un aeropuerto de Boston y otro percance en un vuelo en Japón.
Las agencias de Estados Unidos aprobaron el reinicio de los vuelos de prueba del 787 Dreamliner de Boeing para reunir más datos sobre baterías potencialmente defectuosas, pero también exigió una evaluación más detallada sobre la aprobación de las baterías, lo que podría prolongar la suspensión de sus vuelos.
Los 50 aviones Dreamliner en servicio están inactivos desde el 16 de enero, luego de una serie de incidentes con las baterías del avión, incluido un incendio ocurrido cuando un 787 de Boeing estaba en un aeropuerto de Boston y otro percance en un vuelo en Japón.
Las suspensiones impuestas a las aeronaves han costado a las aerolíneas afectadas decenas de millones de dólares, y la situación sigue prolongándose.
En la noche del jueves, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo que permitiría los vuelos de prueba, bajo normas más estrictas, para supervisar a las baterías en vuelo. Eso se ocurrió después de que se realizó un único vuelo extraordinario de un 787 desde Texas a Washington.
Anteriormente en el día, la directora de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), Deborah Hersman, dijo que los reguladores deben analizar las "condiciones especiales" utilizadas en la aprobación de la tecnología de la batería de ión de litio de los 787 Dreamliner.
"Ha habido dos incidentes con baterías que generaron humo, los que ocurrieron con menos de dos semanas de diferencia, en dos aeronaves distintas (...) Los estándares usados para certificar las baterías deben ser reconsiderados", indicó.
Los inversores de Boeing tomaron la noticia con calma y las acciones de la compañía subieron en el día. Analistas dijeron que el mercado se está concentrando en el tema equivocado: El asunto a corto plazo de reparar la batería frente a la posibilidad a más largo plazo de que el sistema de baterías pueda necesitar una nueva aprobación.
Si la batería necesita una nueva certificación, "estás hablando sobre cambios a los 50 (aviones) que ya entregaron, un importante compromiso de ingeniería en el 787-9. Veo que esto aún tiene una importante cantidad de dudas", dijo Ken Herbert, analista de Imperial Capital en San Francisco.
Las acciones de Boeing han subido un 3% desde que se suspendieron los vuelos del 787 el 16 de enero, a pesar de los dolores de cabeza que le ha provocado a la compañía fabricante de aviones y de las demandas por compensación.
Incluso los vendedores en corto, inversores que buscan acciones que probablemente van a caer, han dejado a los títulos en paz. Según Data Explorers de Markit, sólo un 0,3% de las acciones disponibles para préstamos estaban siendo ocupadas para apuestas de corto plazo hasta el miércoles.
"El mercado se está concentrando en el corto circuito de la batería, que implica una solución simple", dijo Carter Leake, analista de BB&T Capital Markets.
"Pero ha pasado por alto un tema mucho mayor, que es el cuestionamiento al proceso de certificación. Hersman está diciendo básicamente que estamos poniendo en duda la certificación original por completo", agregó.
Hora de reconsideraciones. Hersman de la NTSB mencionó nueve de las condiciones especiales que la FAA fijó en el 2007 para aprobar el uso de la batería por Boeing, y su plan de permitir que la batería se queme si se incendia, debido a que el riesgo era considerado como extremadamente remoto.
Las pruebas de certificación de Boeing ponen las posibilidades de que salga humo desde una batería del 787 en una cada 10 millones de horas de vuelo.
"La flota de 787 ha acumulado menos de 100.000 horas de vuelo, sin embargo hubo dos eventos con la batería que han resultado en humo, a menos de dos semanas de distancia, en dos aeronaves diferentes", dijo Hersman.
Las condiciones especiales y las hipótesis de diseño son parte de una revisión que la FAA lanzó el mes pasado, antes del segundo incidente con la batería. Hersman dijo que la NTSB aún no ha realizado nuevas recomendaciones.
Herman también dijo el jueves que la NTSB había aislado la fuente del incendio de la batería el 7 de enero en Boston a una de las ocho celdas de la batería, pero que aún no ha encontrado la causa del incendio.
La NTSB tiene planes de emitir un reporte interino dentro de 30 días, aunque la decisión sobre el retorno de las aeronaves Dreamliner a sus operaciones de vuelo deberá ser tomada por la FAA.
En un comunicado conjunto, el secretario de Transporte Ray LaHood y el administrador de la FAA, Michael Huerta, reiteraron que la revisión detallada aún está en progreso.
"Debemos terminar este trabajo antes de llegar a conclusiones sobre qué cambios o mejorías debería realizar la FAA en el futuro. Los principales expertos en este campo están trabajando para entender qué ocurrió y cómo podemos lograr que estos aviones vuelvan al servicio de manera segura", dijeron.
En tanto, analistas han expresado sus preocupaciones sobre un aumento del inventario, que consumiría varios miles de millones de dólares en efectivo, debido a que Boeing sigue produciendo el 787.
"Para Boeing, es alentador ver que ha habido avances concretos en la investigación, pero (la NTSB) apunta a que aún hay un largo camino adelante que finalmente parece más importante", dijo Nick Cunningham, analista aeroespacial de Agency Partners, una agencia de investigación independiente.