"Serviría profundamente a los intereses de Estados Unidos asegurarse que no haya un derrame en aguas cubanas (...) que se adopten todos los esfuerzos por parte de ambos gobiernos", dijo William Reilly, funcionario estadounidense y experto en temas energéticos.
La Habana. Estados Unidos debe trabajar con su adversario ideológico Cuba en planes conjuntos de seguridad mientras la isla se prepara para comenzar la exploración de sus reservas de crudo en el Golfo de México, dijo este miércoles un funcionario estadounidense.
William Reilly dijo a la prensa que Washington debería brindar su conocimiento y equipo en caso de un accidente cuando una plataforma fabricada en China comience a perforar este año en aguas cubanas a unos 96 kilómetros de los Cayos de Florida.
Reilly copresidió la comisión investigadora del derrame de crudo de BP ocurrido el año pasado en el golfo.
Expertos han dicho que un derrame cubano, de no ser contenido, podría llevar crudo hacia Florida y más al norte a la costa este de Estados Unidos.
Pero el embargo comercial estadounidense contra Cuba evita que las compañías estadounidenses operen en la isla.
"Creo que serviría profundamente a los intereses de Estados Unidos asegurarse que no haya un derrame en aguas cubanas (...) que se adopten todos los esfuerzos por parte de ambos gobiernos y las entidades privadas en Estados Unidos para brindar asistencia en respuesta", dijo Reilly, quien está de viaje en Cuba.
Ambos países necesitan desarrollar protocolos conjuntos y planes para que eso suceda rápidamente, lo que no ha ocurrido debido a la política estadounidense, indicó Reilly.
"Los cubanos (...) están abiertos y dispuestos e interesados en tener más información e intercambio con Estados Unidos", declaró.
La comisión que Reilly codirigió junto al ex senador Bob Graham de Florida recomendó que Estados Unidos, México y Cuba, que comparten el Golfo de México, cooperen para prevenir derrames catastróficos.
El pozo de BP, perforado a 1.524 metros de bajo el nivel del mar frente a la costa de Luisiana, derramó el equivalente de cinco millones de barriles de petróleo y sólo pudo ser contenido tras 85 días.