El gobierno estadounidense está revisando sus opciones legales luego que un juez rechazó el jueves congelar su decisión de levantar una moratoria. Por su parte, las acciones de BP seguían cayendo y tocaron un nuevo mínimo de un año.
Venice. El derrame de petróleo en el Golfo de México entró el viernes a su día número 67, con el precio de las acciones de BP en Nueva York en mínimos de un año y un pronóstico de mal clima que podría entorpecer los esfuerzos de limpieza y contención.
El gobierno estadounidense está revisando sus opciones legales luego que un juez rechazó el jueves congelar su decisión de levantar una moratoria a la perforación petrolera en aguas profundas impuesta para responder al derrame, el peor en la historia del país.
Luego de revertir la moratoria el martes, un juez federal en Nueva Orleans rechazó una solicitud del gobierno de Obama de permitir que continúe la moratoria mientras apela a la decisión.
El magistrado Martin Feldman en Nueva Orleans emitió una breve ordenanza negando el pedido donde se remite a su dictamen previo, que calificó la veda de arbitraria, muy difícil de alcanzar e injustificada dado su impacto sobre miles de trabajadores de la industria petrolera y en las comunidades.
El gobierno apeló ante la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, mientras revisa la moratoria para hacerla más flexible y abrirla a ciertas áreas para la perforación pero no ha referido cuándo emitirá una nueva veda.
El gobierno estadounidense impuso la moratoria tras el estallido de un pozo de BP el 20 de abril, que vertió millones de litros de crudo al océano y dejó 11 muertos.
Los títulos de la gigante energética BP perdieron casi la mitad de su valor de mercado desde el accidente.
El jueves en Nueva York sus acciones cayeron 3,13%, a US$28,74, tocando un nuevo mínimo de un año. Los valores de la compañía cerraron con una baja de 2,47% en Londres.
Analistas dijeron que los inversores estaban reaccionando a la noticia de que el gobierno estadounidense está revisando el impacto medioambiental de los planes de BP para perforar en Alaska.
De manera más general, los inversores están preocupados sobre el monto que deberá pagar BP por la limpieza del desastre en el Golfo.
Bajo una intensa presión política de Estados Unidos, la compañía acordó la semana pasada crear un fondo de compensación de US$20.000 millones para indemnizar a las víctimas.
BP seguía adelante con sus esfuerzos por capturar o quemar el petróleo que surge de su pozo en el fondo del mar.
Mal clima se avecina. La petrolera está tomando en cuenta las condiciones climáticas, que podrían interrumpir sus esfuerzos. Una onda tropical en el oeste del Mar Caribe tiene altas posibilidades de convertirse en una depresión tropical durante los próximos dos días, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos y otros meteorólogos.
La mayoría de los modelos climáticos indican que el fenómeno tocará tierra cerca de la frontera entre Texas y México en unos días pero algunos esperan que vire hacia el noreste en dirección a Florida y al este del golfo cerca de donde las operaciones de limpieza de BP tienen mayor fuerza.
El desastre amenaza con provocar una catástrofe ecológica y medioambiental en el golfo y el presidente Barack Obama ha enfrentado críticas y una caída en sus cifras de aprobación debido a la percepción de que su manejo de la crisis ha sido lento.
"Que Obama mejor levante su trasero y exhiba resultados", dijo Billy Nungesser, del condado Plaquemines Parish, a Reuters en Venice, un centro pesquero de Luisiana. "Pero que traiga consigo a gente (...) que pueda hacerlo. El aún tiene una oportunidad de salvar esta costa y su presidencia", agregó.