Una mejora del clima en la zona permitirá realizar la primera "quema controlada" del derrame a gran escala desde el 28 de abril, y se aguarda que los vientos mantengan retenida a la inmensa mancha por varios días.
Venice. Un ejército de operarios luchaban el miércoles sobre y debajo de la superficie de las aguas del Golfo de México para evitar que un inmenso derrame de crudo invada las costas de Estados Unidos, en una de las operaciones de contención más grandes que se hayan realizado.
Una mejora del clima en la zona permitirá realizar la primera "quema controlada" del derrame a gran escala desde el 28 de abril, cuando una llamarada de 28 minutos de duración eliminó miles de litros de crudo. Ahora se aguarda que los vientos mantengan retenida a la inmensa mancha por varios días.
Funcionarios dijeron que no esperaban que la quema del miércoles afectara áreas pobladas ni a la fauna marina. La Agencia de Protección Ambiental vigilará la calidad del aire.
Las autoridades desplegaron miles de barreras de contención para bloquear la marea negra y rociaban dispersores sobre la gruesa capa de petróleo que deriva lentamente cerca de playas turísticas y zonas pesqueras de gran fertilidad, amenazando con causar una catástrofe.
La gigante de energía con sede en Londres, BP, logró tapar una de las tres fugas de crudo del pozo submarino dañado, usando vehículos submarinos a control remoto, pero el petróleo continuaba manando sin cambios a razón de 5.000 barriles diarios (unos 795.000 litros).
Un gigantesco compartimento de acero para ser colocado sobre el pozo será embarcado el miércoles hacia el lugar donde está la pérdida y estaría operando en seis días, pese a que nunca fue probado a esa profundidad y su éxito no está garantizado.
BP también ha comenzado a perforar un pozo de alivio, pero esta operación podría tardar de dos a tres meses en completarse. Mientras tanto, la inmensa mancha de 208 por 112 kilómetros continúa moviéndose por el Golfo.
Movilización.Varios cientos de embarcaciones aprovecharon el segundo día de calma en el mar para intensificar una operación que involucra a miles de militares y civiles.
Adicionalmente, 2.000 voluntarios de las comunidades costeras del Golfo se preparaban para colaborar con la limpieza.
Las autoridades estaba en alerta para la llegada de la primera ola de marea negra en grandes cantidades a la ribera y los científicos vigilaban el impacto sobre la vida salvaje de la región.
"El riesgo que plantea el derrame de petróleo de BP para el ambiente y la economía del área del Golfo sigue creciendo", dijo Larry Schweiger presidente de la Federación Nacional de Vida Salvaje.
"El crudo que estamos viendo en la superficie del agua es sólo parte del problema. Buena parte ha sido hundido por los dispersores y está suspendido en la columna de agua, planteando una amenaza grave para los peces y la vida marina", añadió.
Las acciones de BP subieron 0,4% el miércoles, tras casi dos semanas de derrumbe que arrebataron más de US$32.000 millones al valor de mercado de la compañía. El índice STOXX Europe 600 Oil and Gas index cerró estable.
Analistas dijeron que la liquidación que siguió a la noticia del derrame fue una reacción exagerada, pero Moody's recortó su perspectiva para la compañía a negativa, citando el potencial efecto de los costos de la limpieza.
El derrame forzó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a suspender su programa de ampliación de la perforación petrolera mar adentro, que había develado el mes pasado en parte para conseguir apoyo del partido republicano a su legislación de cambio climático.
La Casa Blanca y legisladores estadounidenses prometieron revisar las leyes que limitan la responsabilidad de BP por el lucro cesante de la actividad de la pesca, el turismo y otros negocios a US$75 millones y elevarla a US$10.000 millones.
El secretario del Interior de Estados Unidos, Ken Salazar prevé visitar las reservas de vida salvaje en Alabama y Luisiana el miércoles para mantener la presión sobre BP tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, que mató a 11 operarios y comenzó a vertir crudo en las aguas del Golfo.
Vigilando. Algunos reguladores ambientales reportaron el martes el "primer avistamiento" del derrame cerca de las islas Chandeleur, un archipiélago al sur de las costas de Luisiana. Las autoridades locales están preocupadas por un eventual cambio en la dirección del viento que pueda poner las islas en riesgo.
"No tenemos confirmación de que haya llegado a la tierra", dijo el oficial de la Guardia Costera David Mosley.
En Venice, Luisiana, grupos de trabajadores cargaban largas barreras de protección en barcazas como parte del plan para proteger la vasta red de estuarios y canales que forman el delta del Misisipi.
"Vamos a vigilar la calidad del agua desde las barcazas y en cuanto veamos petróleo colocaremos la barrera de inmediato", dijo Kurt Fromherz, portavoz de la parroquia de Plaquemines.
La pérdida, cuya detención insumiría semanas o meses, amenaza con eclipsar la catástrofe del Exxon Valdez en Alaska en 1989, el peor derrame de crudo de la historia de Estados Unidos.
Los estados de Alabama, Misisipi y Florida también están en peligro de ser contaminados por el derrame, que si entra en contacto con la Corriente Loop, podría ser arrastrado hasta Miami o islas de Carolina del Norte, advirtió Robert Weisberg, oceanógrafo de la Universidad de Florida del Sur.
"No se sabe cuándo el petróleo entrará en la Corriente Loop, pero aparentemente sería inminente", añadió en referencia a la corriente más importante del Golfo.