La empresa consultora IHS Energy estima que el crudo Brent del Mar del Norte -el de mayor cotización- estará entre US$66 y US$75 por barril durante este año.
El año que comienza no promete un regreso a los US$100 por barril, según coinciden organismos internacionales y analistas locales.
En el mejor de los casos estiman que se lograría un freno al descenso vertiginoso, que viene ocurriendo desde julio hasta lo que va de 2015.
La empresa consultora IHS Energy estima que el crudo Brent del Mar del Norte -el de mayor cotización- estará entre US$66 y US$75 por barril durante este año y 2016, respectivamente. Mientras que el West Texas Intermediate (WTI) marcador de los Estados Unidos, podría girar en torno a los US$59 y US$70 durante 2015 y 2016.
De hecho, durante la semana pasada las cotizaciones cerraron nuevamente en baja, el Brent se valoró en US$56,42, mientras que el WTI arrojó un precio de US$52,69 por barril.
El economista, Leonardo Buniak, de la firma consultora Buniak&Co, es de la tesis de que el piso de las cotizaciones no ha llegado aún, y que ello dependerá del costo de producción de los crudos no convencionales, como el caso del shale oil o lutitas.
Es preciso recordar que la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) de no recortar el techo de producción se fundamentó en la necesidad de sacar del juego los desarrollos del crudo de lutitas, que han generado una sobreoferta importante en el mercado, que ha apalancado el desplome.
Pero los cálculos saudíes no fueron muy precisos, este prominente productor y cabeza de la Opep, que no solo concentra el mayor volumen de producción, sino también las decisiones del grupo petrolero, estimó que con US$80 el barril la mayoría de los desarrollos de shale o lutitas estarían por fuera.
Estadísticas manejadas por analistas de entorno, señalan que solo 4% de los desarrollos de este crudo convencional son inviables con precios entre US$75 y US$80 el barril, lo cual mantiene vivas las restantes operaciones.
El ingeniero y analista petrolero, Diego González Cruz, señala que, por ejemplo, los mayores campos de shale o lutitas explotados en los Estados Unidos, como el Eagle Ford mantiene un costo de producción menor a US$50 el barril, mientras que la formación Bakken promedia US$36.
Bajo este panorama, Venezuela se está viendo en aprietos para enfrentar su plan de gastos en divisas.
De acuerdo con la última cifra dada a conocer por el presidente de la República, Nicolás Maduro, la cesta venezolana para el cierre de diciembre giraba en torno a US$6,9 por barril.
Sin embargo, analistas señalan que el barril ya se encuentra en US$40, en el mejor de los casos.
El gobierno venezolano se apresta nuevamente para iniciar un gran lobby con países petroleros en función de lograr frenar el desplome de las cotizaciones, para luego iniciar la recuperación del valor del hidrocarburo .
¿Soluciones? Las posibilidades de que el valor del petróleo pueda estabilizarse, podría depender de dos factores: o bien de una reducción de la oferta de crudo, o de un repunte importante de la demanda.
En el caso de la primera, el analista petrolero, Víctor Ramos, considera que Arabia Saudita subestimó el impacto del exceso de demanda en el mercado, al no concretar un recorte del bombeo en la reunión de la Opep el pasado 27 de noviembre.
En estos momentos -dice Ramos- los precios parecieran no tener piso, impactados por una sobreoferta mundial del orden de 0,7 millones a 1 millón de barriles por día.
A su juicio, la Opep es la única que puede contener la caída, a través de su actor fundamental que es Arabia Saudita.
¿Cuánto tardarán en llamar a un reunión de emergencia?, se pregunta el experto, y estima que cuánto más se tarden, más profundo será el hueco que les tocará remontar y más duro el recorte que les tocará realizar para revertir la tendencia.
Echando números Víctor Ramos estima que, su escenario base para este año continúa siendo un Brent promedio entre $80 y $85 el barril, que equivale a unos US$70 o US$72 para la cesta venezolana. Bajo este escenario, la Opep debería anunciar recortes en febrero de 2015, entre 1,5 y 2 millones de barriles por día.
“Pero sin la intervención de la Opep, los precios este año podrían ser escandalosamente bajos (entre US$40 y US$50 por barril para el Brent, y no veo a ningún miembro de la Opep, ni siquiera Arabia Saudita, con una alcancía suficiente para aguantar esta tormenta”, opinó el analista.
No obstante, el economista Luis Oliveros, sostiene que una reducción de crudo por parte de la Opep no resuelve el problema, toda vez que la oferta excesiva de petróleo y las nuevas inyecciones de crudo para 2015, son volúmenes que ocuparan los espacios dejados por la Opep, que ya ha ido perdiendo terreno.
Pero el problema no solo se centra en el abastecimiento, sino que además en el enorme nivel de reservas estratégicas y comerciales que existen a escala planetaria. Las cifras de Mazhar Al-Shereidah, analista y docente de la Universidad Central de Venezuela, sostiene que la cifra es un récord histórico y que suma 8.000 millones de barriles de crudo, sin contar las que China tiene en reservorios en tierra firme y tanqueros contratados.
En el segundo caso, que se invoca la solución a través de un repunte de la demanda de crudo, analistas estiman que luce difícil, más ahora que Europa pasa por una nueva arremetida de malas noticias económicas.
Asimismo, las nuevas estimaciones de crecimiento de las economías emergentes, como China e India, y entre otras Japón, en las que se cifraron todas la esperanzas para mejorar el panorama, han dejado sin aliento una recuperación del consumo de energía.
La solución que frene y estabilice el precio del crudo no es sencilla ni de pronta respuesta. Las economías dependientes de la renta petrolera están a la expectativa en torno a la posibilidad de convocar una reunión con la Opep, para definir una estrategia que frene al menos la caída.
Pero Arabia Saudita se ha mostrado negada a un recorte del actual techo de producción de 30 millones de barriles por día, establecidos en diciembre de 2011.