Los precios van desde los US$53 hasta los US$377, aunque los tamaños no rebasen los 10 centímetros. Son joyas modernas.
México. La venta de fragmentos de meteorito se hace redituable en el centro histórico de la Capital. En calles como 5 de Mayo, a un costado de la cafetería La Blanca, una pequeña entrada abre paso al camino estrecho de escaleras oscuras que a su fin muestran un patio con diversos negocios donde más de uno anuncia su venta.
“Minerales, meteoritos, fósiles y mucho más” se lee en el local más visitado, y tras preguntar por meteoritos, un hombre con acento extranjero responde: “Tengo restos de los caídos en Rusia, Namibia, China y Marruecos”.
Abre las vitrinas para mostrar piezas de diferentes características con los precios incorporados que van desde los US$53 hasta los US$377, aunque los tamaños no rebasen los 10 centímetros. Son joyas modernas.
Sin inconveniente, el químico Vincent Depoutot dijo que desde hace 15 años se dedica a la venta y compra de minerales, fósiles y meteoritos, los cuales consigue en ferias de coleccionistas en Estados Unidos y Francia, éste último su país de origen.
"Voy a las ferias dos veces al año, ahí conozco a la gente, van de todos los países. Verificas que hayan sido analizados científicamente y que posean tipo y nombre para que se puedan comercializar”, explicó.
Aseguró que dichas ferias venden como más caros los que provienen de Marte y la Luna, “si uno tiene la oportunidad de comprar un meteorito que viene de Marte podría llegar a costar hasta US$500 dólares”.
Agregó que hay otros que se pueden manejar hasta 20 centavos de dólar, pero reconoce que compra poco y de los más accesibles para poder revenderlos en la Ciudad de México donde asegura "hay competencia" y por ello ofrece el gramo desde los US$0,5 hasta los US$16, dependiendo de las características.
¿El motivo para comprarlos? Son muchos: "La gente dice que como vienen del espacio se pueden conectar con otros seres, hay gente que cree eso”, se ríe.
Sin embargo, la mayoría de sus clientes son coleccionistas, “porque es un material que se van a oxidar, es normal porque de una piedra sólida, lo que tenemos al final es polvo".
En opinión de Rafael Costero, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no es común ni tampoco fácil encontrar meteoritos.
Son materiales de roca compuestos de hierro y de níquel que orbitan alrededor del sol y que logran atravesar la atmósfera de la Tierra para caer en la superficie.
"Son artículos o cosas científicamente de valor, se estudian y de esa manera se conoce la historia del sistema solar. Desde el punto de vista científico, los meteoritos tienen un sentimiento y una cualidad que en mi opinión no serían vendibles".
"Alguna vez los japoneses hicieron ofertas al Instituto de Astronomía para que les vendieran alguno de los meteoritos que tenemos aquí, en nuestra colección y pagaban bien, pero no se les vendía", expresó.
El experto expuso que, de manera aproximada, al año solo llega a la superficie de la Tierra un meteorito mayor a un metro y que de éstos la mayoría caen al mar y la nieve por lo que, reiteró, no es fácil encontrarlos. Pero no descartó la posibilidad de que los vendidos en el centro de la capital mexicana fueran auténticos.