Antes consideró que los bajos precios impulsarían la demanda; ahora afirma que los efectos han sido al revés.
El Fondo Monetario Internacional reconoció que la caída de los precios del petróleo, en alrededor de 70 dólares desde junio de 2014 a la fecha, no ha conseguido dar el impulso previsto en la economía mundial, debido a que en esta ocasión su baja coincide con un entorno en donde los bancos centrales ya no pueden bajar más las tasas para estimular la reactivación, debido a que ya tienen el costo del dinero cercano a cero y con riesgos de deflación en muchos países desarrollados.
En un análisis denominado Oil Prices and the Global Economy: It’s Complicated, precisan que los bajos precios del petróleo no han dado el impulso al crecimiento global previsto debido a que tienden a bajar más los costos de producción y la inflación, pero esto ocasiona que las tasas, que ya están cercanas a cero, incluso suban en términos reales, lo que comprime la demanda.
Bancos centrales
Por lo anterior, el FMI considera que los grandes bancos centrales tienen poca o nula capacidad para bajar más sus tasas y estimular el crecimiento y combatir las presiones deflacionarias. “Creemos que, paradójicamente, los beneficios globales de los bajos precios probablemente aparezcan sólo cuando los precios se hayan recuperado algo y las economías avanzadas hayan hecho progresos remontando el actual panorama de bajas tasas de interés”, agregan.
“La ampliamente anticipada inyección para la economía global todavía tiene que materializarse”, enfatizan.
Advierten que los persistentes bajos precios del petróleo complican la conducción de la política monetaria, donde el episodio actual de los precios históricamente bajos podrían encender una variedad de desajustes incluyendo impagos corporativos y soberanos y dislocaciones que pueden alimentar un regreso al nerviosismo de los mercados.
Señalan que la posibilidad de esta retroalimentación negativa hace más urgente el apoyo de la demanda por parte de los países.
Contraste
El FMI había señalado meses atrás que el descenso en los precios supondría un importante apoyo para la recuperación económica. Teóricamente, una caída del precio del crudo conlleva unos menores costos de producción, mayores contrataciones y menor inflación.
Sin embargo, el FMI dice:
este canal sufre un problema cuando los bancos centrales no pueden bajar más las tasas de interés. Entonces, la menor inflación provoca que suban las tasas reales (ajustados por los precios), se comprima la demanda y se desacelera cualquier alza en la producción y el empleo”.
Se prevé que en su próxima reunión anual de mediados de abril, el FMI revise a la baja el crecimiento global, actualmente en 3,4%.