La filial de la estadounidense Finning en Chile, distribuidora de las clásicas máquinas CAT -que comanda las operaciones de Argentina, Bolivia y Uruguay- proyecta vender US$ 1.500 millones este año, equivalentes a cerca de 4.500 equipos de todo tipo.
Santiago. La bonanza en los precios de los metales no tiene satisfechas sólo a las mineras. La filial de la estadounidense Finning en Chile, distribuidora de las clásicas máquinas CAT, está sacando cuentas cada vez más alegres.
Desde Chile comanda las operaciones de Argentina, Bolivia y Uruguay, y proyecta vender US$ 1.500 millones este año, equivalentes a cerca de 4.500 equipos de todo tipo.
“Esto tiene relación con las fuertes inversiones en minería, que para los próximos años van a sumar más de US$ 50.000 millones”, dice Juan Carlos Villegas, presidente ejecutivo para Sudamérica.
De la facturación, US$ 1.000 millones provendrán de Chile. Y de ellos, el 50% de repuestos y servicios.
“Vamos a comenzar a fabricar nosotros mismos tolvas para los camiones de la gran minería”, dice Villegas.
Para ello la compañía está construyendo una fábrica que costará cerca de US$8 millones. No por nada la empresa ha contratado 1.100 personas en este año, de un total de 5.100.
Sus principales clientes: BHP Billiton, Antofagasta Minerals, Codelco y Anglo American. El resto de los equipos son importados desde EE.UU., Japón y Brasil –países donde no tienen representación directa-, además de sus otras oficinas en Canadá y Reino Unido.