Expertos en el tema carbonero señalaron que acciones como la huelga de los trabajadores del Cerrejón sólo aumenta la crisis que vive el sector, que en los dos últimos años ha visto cómo el precio de la tonelada ha perdido entre 30% y 35% de su valor.
Al sector carbonero colombiano le llegó la mala hora. A la parálisis en el Cerrejón —la mina más grande a cielo abierto—, que este jueves cumplía 20 días, se suma la imposibilidad de Drummond para hacer cargue y descargue en Ciénaga, por el incidente de una barcaza que vertió el mineral al mar.
Pero como si esto fuera poco, este martes los trabajadores de Prodeco bloquearon el paso al ferrocarril carbonero, con lo cual las exportaciones prácticamente están paralizadas.
El bloqueo de la línea férrea se dio a la altura de Don Jara (en jurisdicción de Santa Marta), donde un grupo de personas impidieron el paso del tren que moviliza el carbón de la mina hacia el puerto de Prodeco, para protestar por el despido de 17 obreros de esta empresa.
Los manifestantes denunciaron que la compañía, además de eliminar de su nómina a estos empleados, los reemplazó con personal que no es de la zona, lo que va en contravía del compromiso suscrito con la comunidad, de contratar trabajadores de la región.
La protesta se levantó antes del mediodía, luego de que se fijara entre las partes una mesa de trabajo para el próximo lunes, con miras a identificar qué fue lo que ocurrió con los despidos que generaron la protesta, aseguró la compañía.
César Díaz, presidente de la Cámara Colombiana de Minería (CCM), señaló que para solucionar este tipo de problemas se debe usar el diálogo. "Estamos seguros de que las empresas están dispuestas a tener un diálogo directo y transparente antes que ir a una acción de hecho".
El último paro en el sector carbonero fue el de Prodeco, que duró 98 días, en el que los trabajadores dejaron de recibir sus sueldos y beneficios. Hoy la huelga en Cerrejón cumple 20 días. Sin embargo, se reanudaron las negociaciones que podrían ponerle fin a la parálisis de los 5.657 empleados, que le genera pérdidas diarias a la economía por $5.400 millones (casi US$3 millones).
Expertos en el tema carbonero señalaron que este tipo de acciones sólo aumenta la crisis que vive el sector, que en los dos últimos años ha visto cómo el precio de la tonelada ha perdido entre un 30 % y un 35 % de su valor.
La situación de Drummond y Cerrejón afecta no sólo a sus empleados, que tienen paralizada la exportación del 70 % del mineral, sino al país, que deja de recibir divisas por la venta al exterior.
El ex ministro de Minas de Perú, Pedro Pablo Kuczynski señaló que la suerte del carbón es bien complicada, especialmente en Colombia, donde el carbón es uno de los mayores generadores de divisas.
El bajo consumo de carbón en la China, la transformación de Estados Unidos de importador a productor y el descubrimiento del Shell Gas en los campos estadounidenses ponen en duda que el negocio del carbón siga siendo rentable.
Kuczynski señaló que una de las mejores alternativas para no depender de este mineral es incentivar la exploración y fijar reglas claras que impidan que cuando un país es competitivo se cambien la normas y se espante a los inversionistas extranjeros.