La reducción gradual de las pérdidas técnicas y no técnicas requiere de fuertes inversiones en la red de transmisión, en la adquisición de medidores inteligentes y en la compra de otros equipos para combatir el hurto de energía.
Tegucigalpa. La crisis financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) tiene una serie de soluciones. No obstante, la primera es la reducción en 15% de las pérdidas eléctricas en un período de tres años.
Así concluyen expertos consultados por El Heraldo, quienes agregan que la aprobación de un fideicomiso, el que deberá ser estructurado por un banco local con el acompañamiento de un operador técnico nacional o internacional, es una salida que puede dar los resultados esperados en el mediano plazo.
Los entrevistados explican que la reducción gradual de las pérdidas técnicas y no técnicas requiere de fuertes inversiones en la red de transmisión, en la adquisición de medidores inteligentes y en la compra de otros equipos para combatir el hurto de energía.
De acuerdo con el artículo 45 del reglamento de la Ley Marco del Subsector Eléctrico, aprobado en La Gaceta 28,837 del 12 de abril de 1999, que en consideración a la situación imperante de altas pérdidas eléctricas y a la imposibilidad de llevarlas a un nivel consistente con la sana práctica empresarial de un año para el otro, se deberá prever una transición gradual, pero continua, hasta alcanzar un nivel de eficiencia que se base en un 15% para las pérdidas totales.
Otras de las causas de la insuficiencia de recursos en las arcas de la estatal es la energía gratis que reciben casi 600.000 usuarios residenciales que consumen menos de 75 kilovatios hora, a lo que se suman los diferentes subsidios que se otorgan a los abonados y la política gubernamental de comprar electricidad cara y venderla barata.
La ENEE atraviesa una profunda crisis financiera que en los últimos años ha requerido la intervención directa del gobierno central a través de la emisión de bonos para cubrir con los compromisos con los proveedores. En 2013 se aprobó la emisión de US$215 millones y para este año se autorizaron US$250 millones. El año pasado se aprobó la constitución de tres fideicomisos para la estatal eléctrica –suministro, recuperación de pérdidas y alumbrado público-, los que se esperan contribuyan a mejorar los indicadores financieros en el mediano plazo.
Las pérdidas. De acuerdo con un informe estadístico de la ENEE, la estatal eléctrica cerró 2013 con pérdidas de 31,33%. La energía generada en el sistema ascendió a 7,941.2 gigavatios hora y la vendida fue de 5,452.5 Gwh. La energía no facturada totalizó 31,33%.
En valores nominales lo anterior significa que la factura de energía en el sistema fue de 19,830.5 millones de lempiras, a un costo de US$18,6 por kilovatio hora. “Con una pérdida estándar de 15% se puede recuperar 1,297.11 gigavatios hora, lo que representaría un incremento en la facturación de US$242,4 millones”, de acuerdo con lo expuesto por los expertos.
El “Plan estratégico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica 2011-2014” revela que el aumento en las pérdidas de energía en los últimos años está asociado a la falta de medidores, los que son provistos principalmente por la ENEE y que implica que gran parte de los nuevos clientes se han convertido en servicios directos a los que no se les mide de forma adecuada el consumo o cuyo ingreso no refleja el valor real.
A lo anterior se suma el tema de las colonias subnormales o con instalaciones fuera de norma que están consumiendo energía de la red de ENEE sin hacer ningún pago y que, en el caso de la región noroccidental, representa alrededor de 300 colonias; adicionalmente existen proyectos que no han sido recepcionados y que están conectados de forma directa, ya que la logística en los sistemas regionales no permite darles recepción o no existe interés de los dueños de proyectos en legalizarlos y así pagar por el servicio.
La región centro-sur debe enfocarse en el seguimiento de 5.000 clientes que representan el 42% de su consumo en energía y el 49% de la facturación. La zona noroccidental debe concentrarse en 5.000 clientes que representan el 57% de su consumo en energía y el 60% de la facturación.
La región litoral atlántico debe enfocarse en 1,100 clientes que representan el 34% de su consumo en energía y el 41% de la facturación. El plan estratégico de la ENEE revela que las 10 principales ciudades de la zona centro-sur con mayores pérdidas son Juticalpa y Catacamas, con un 44.3%; Guaimaca, con 34,7%; San Lorenzo, 33,7%; El Zamorano, 28,72%; Comayagua y Choluteca, con 27,5%; Siguatepeque, con 25,1%; Danlí y El Paraíso, con 24,1%.
Las autoridades de la estatal eléctrica han ejecutado en los últimos días una serie de operativos para detectar personas y empresas que tienen conexiones clandestinados o que no han regularizado el servicio, lo que se ha traducido en un aumento en los ingresos por facturación.
Inversión. La reducción gradual de las pérdidas eléctricas, especialmente las no técnicas, requiere de una inversión de US$47,4 millones, o sea US$50,2 millones. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó una consultoría sobre el plan de reducción de pérdidas y las medidas que deben adoptarse en el corto y mediano plazo.
El objetivo es reducir las pérdidas técnicas de 25,41% a 16,41% en cuatro años. De no ejecutarlo la ENEE, la idea es que sea el socio técnico que acompañará el fideicomiso sea el que obtenga esos recursos para inversiones. Entre los equipos requeridos para la reducción de pérdidas destacan la adquisición de 180.000 medidores monofásicos, a lo que se agregan sellos, candados de seguridad, transformadores y cables de control.