Según el gerente general de Ende, en la actualidad la demanda de electricidad es de 1.060 megavatios como máximo y la oferta es de 1.250, dejando un margen de reserva de unos 190 megavatios.
La estatal Empresa Nacional de Electricidad (Ende) advirtió este jueves de racionamientos en la distribución de energía eléctrica para septiembre y octubre de este año, si acaso se registran fallas en esos meses en varias generadoras del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
El gerente general de Ende, Nelson Cabellero, dijo que la advertencia se debe a que el Ciclo Combinado de Guaracachi (CCG) sufrió un cortocircuito durante su instalación, el cual debía generar 82 megavatios (MW) adicionales para el SIN.
“Podríamos tener problemas de abastecimiento de cantidades a nivel del SIN, pero eso solamente cuando coincidan las fallas de varias unidades. Sin embargo, en general, no existen este tipo de fallas simultáneas. Generalmente están una o dos unidades fuera de servicio con trabajos de mantenimiento”, explicó.
Además, indicó que los posibles racionamientos se podrían dar entre septiembre y octubre de este año debido a que en esos meses es cuando confluyen periodos de frío en el occidente y de calor en el oriente que obliga a la gente a hacer uso de calefacción y de aire acondicionado.
El 22 de marzo, el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas, Roberto Peredo, informó a La Razón de posibles problemas en el abastecimiento de electricidad si el Ciclo Combinado Guaracachi no comenzaba a operar a partir de ese mes.
Según el gerente general de Ende, en la actualidad la demanda de electricidad es de 1.060 megavatios como máximo y la oferta es de 1.250, dejando un margen de reserva de unos 190 megavatios.
Equilibrio. El 1 de junio, el ministro de Hidrocarburos y Energía, José Luis Gutiérrez, pidió a la población hacer un uso racional de la energía eléctrica para evitar su racionamiento en el país. “Tenemos un poco de reserva”, advirtió en esa oportunidad el funcionario.
A su vez, el presidente Evo Morales admitió el 31 de marzo que los cálculos realizados por el gobierno para el abastecimiento de electricidad fallaron porque “no se había tomado en cuenta” el crecimiento de la demanda energética en la pequeña y la mediana industria.
Las declaraciones hechas por Morales fueron en relación con los trabajos que se estaban realizando en ese entonces en las plantas del sistema de ciclo combinado de Guaracachi y de Entre Ríos.
Por otra parte, el viceministro Peredo se comprometió ayer a garantizar durante esta gestión el suminitro de energía eléctrica una vez que entre en operaciones el CCG.
Aclaró que no se estableció ninguna responsabilidad por el problema en la falla técnica que se registró en el CCG a diferencia de la acción realizada por la Autoridad de Electricidad, que determinó responsabilidades en la elaboración de sus “auditorías. Por lo que conocemos ha sido un tema técnico”, afirmó.
Caballero señaló que la reparación del rotor del generador de energía del CCG tendrá un costo de $us 2,5 millones y se estima que la misma pueda arrancar a mediados de noviembre de este año.
Se trabaja en varios proyectos. Caballero reiteró ayer que Ende trabaja en un programa de abastecimiento de electricidad que cuenta con un financiamiento de US$175 MM del Banco Central de Bolivia (BCB) para generar 160 MW. Indicó que se construirá la Termoeléctrica del Sur que generará 120 MW, con lo cual se garantizará el abastecimiento del mercado interno el 2012.
Rurelec habría comprado un equipo usado. El gerente general de Ende, Nelson Caballero, develó que la causa del cortocircuito registrado en el CCG se debió a que el tubo generador de electricidad que fue comprado por el exadministrador es usado y data de los años 70.
Caballero agregó que la exoperadora de Guaracachi, la firma británica Rurelec PLC, no hizo la compra de un equipo nuevo que ahora debe ser reparado.
La empresa Rurelec exige una indemnización de US$110 millones por la nacionalización de sus acciones en la empresa generadora de electricidad Guaracachi SA, para lo cual inició el 2010 un arbitraje en contra de Bolivia al no haber logrado una solución amigable sobre la controversia.
Cachuela Esperanza tiene un año de atraso. El inicio de operaciones del megaproyecto de generación hidroeléctrica Cachuela Esperanza sufrió un retraso de un año, porque aún no se efectuaron los estudios topográficos en el área de aprovechamiento binacional de la obra.
Así lo admitió ayer el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas, Roberto Peredo, a tiempo de recordar que el 2010 los avances del proyecto contemplaron la conclusión a diseño final de la hidroeléctrica. El diseño fue “observado” por la Empresa Nacional de Electricidad (Ende) y “está siendo complementado” por la consultora encargada del mismo, indicó.
A decir de Peredo, la demora en la implementación del proyecto se debe a que aún no se elaboraron los estudios básicos de la obra. “Bolivia tenía que hacer trabajos de topografía del área de los aprovechamientos tanto en territorio nacional como en territorio brasileño que han dilatado el comienzo de este proyecto”, dijo. El cronograma de operaciones de Ende establecía el inicio de la construcción de la central hidroeléctrica para el 2012 y el arranque de operaciones para el 2019. La planta estará constituida por 18 turbinas -cada una con capacidad de 55 megavatios (MW)- que producirán en total 990 MW.
La hidroeléctrica Cachuela Esperanza forma parte del Complejo Río Madera, el proyecto más polémico de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura regional Sudamericana (IIRSA).
La inversión en la obra alcanza los US$2.000 millones, que podrían ser financiados, en parte, con recursos de la cooperación brasileña. El Tesoro General de la Nación (TGN) destinó US$0,41 millones para el avance del proyecto en esta gestión, según datos de Ende.
Cachuela Esperanza forma parte de los programas de generación y exportación de electricidad de Bolivia a países vecinos.