La generación de energía a partir de la biomasa permite a las compañías abastecer parte de su demanda energética con subproductos que, en otros tiempos, eran considerados como descarte.
Buenos Aires. Un importante gruopo de empresas agropecuarias desarrollan nuevas estrategias para producir energía eléctrica a partir de subproductos provenientes de rezagos de soja, maíz, girasol o madera, como una forma de contribuir al desarrollo de energías renovables y cubrir parte de su demanda.
La generación de energía a partir de la biomasa permite a las empresas abastecer parte de sus requerimientos con subproductos que, en otros tiempos, eran considerados como descarte.
La energía se produce a partir de la quema de la biomasa, y se utiliza en establecimientos agropecuarios de distinto tipo.
Nidera, que produce aceites y semillas, viene trabajando con la biomasa en sus plantas de las localidades de Venado Tuerto y Junín.
Agustín Idoyaga Molina, ingeniero y gerente de la planta de Junín, explica que allí vienen produciendo energía a partir de biomasa desde principios de la década de los 90.
“Hoy por hoy estamos quemando cascara de soja y girasol que surgen del proceso de molienda de aceites, y marlo, que viene desde Venado”, dijo Idoyaga.
A estos subproductos se le suman desperdicios de madereras y otros residuos, como árboles talados por el municipio.
La planta de Junín, donde se produce principalmente aceite de girasol y soja, abastece su demanda de energía en un 80% a partir de la biomasa.
Desde la empresa explicaron que si bien apuestan a la generación de energías renovables, abastecer su demanda mediante la biomasa es más rentable que los combustibles convencionales.
Además de lo que ocurre en Junín, en Venado Tuerto el municipio impulsa un plan para generar energía a partir de los subproductos del cluster semillero instalado en la zona.
Algo similar ocurre en la localida de Rojas, donde Monsanto junto a la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas producen energía a partir del marlo y la chala que vuelcan a la red local.
Según explican, los subproductos deben ser procesados antes de quemarse, lo que requiere un tratamiento previo.
En cuanto a lo económico, tanto en los emprendimientos de Junín, como en Rojas y Venado Tuerto, destacaron que la viabilidad económica de la producción de energía a partir de la biomasa depende de reducir costos, sobre todo en lo referente a la logística.
El uso de este tipo de energía también se extiende a emprendimientos productivos como el del sector azucarero.
Uno de los proyectos que se están desarrollando en el Ingenio La Esperanza en Jujuy pasa por la generación de energía eléctrica a partir del bagazo y de biomasa forestal para abastecer la demanda del establecimiento.