Entre las afectadas se pueden encontrar a empresas públicas, privadas, agencias de viajes, hoteles y usuarios, todas con un vínculo de negocios con la aerolínea de Gastón Azcárraga.
excelsior.com.mx. El quebranto causado por Gastón Azcárraga a Mexicana de Aviación generó daños y perjuicios de por lo menos 18 mil millones de pesos (US$1.354 millones) a empresas públicas y privadas que sostenían una relación de negocios con la aerolínea, entre las que destacan Bancomext, Banorte, agencias de viajes, hoteles y prestadores de otros servicios turísticos, cuyas operaciones se desplomaron.
La primera es de las más afectadas, ya que la compañía aérea le adeuda casi mil millones de pesos; Banorte, en tanto, reclama el pago de 1.800 millones de pesos (US$135 millones), mientras que Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el pago de combustible por un monto de 800 millones de pesos (US$60 millones), además del Servicio de Administración Tributaria y el IMSS, a los que no entregó IVA ni cuotas patronales.
Otros perjudicadas son las agencias de viajes, las cuales calcularon en 1.500 millones de pesos (US$112 millones) el monto de los reembolsos realizados a pasajeros por boletos no utilizados entre agosto y diciembre de 2010. Lo anterior, sin contar a los hoteleros, a quienes que no se les cubrió el pago de varios paquetes VTP, que incluían transportación aérea viaje redondo, hospedaje y alimentos.
En una entrevista concedida a Grupo Imagen en 2010, el entonces presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Rafael Armendáriz, advirtió que las pérdidas económicas generadas por Mexicana podrían ser mucho mayores debido a que la aerolínea dominaba 40% del mercado nacional.
Para Juan de Dios Barba, presidente de la Comisión de Competitividad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la quiebra de la compañía afectó la imagen de México y propició una caída en la afluencia de turistas y en la ocupación hotelera nacional durante los años subsecuentes a la quiebra.
El cese de las operaciones propició una menor competencia en el mercado aeronáutico y, como consecuencia de ello, un incremento en tarifas aéreas, lo que a su vez afectó la decisión de los consumidores, muchos de los cuales optaron por viajar a destinos en el extranjero, los cuales se cotizaron más baratos que los nacionales.
“La falta de operación de la empresa trajo como consecuencia la elevación de las tarifas de otras aerolíneas”, expuso Barba y aseguró que la crisis de Mexicana propició un estancamiento de la ocupación hotelera, la cual llegó a operar a sólo 57% de su capacidad.
Gerardo Herrera, profesor de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana, coincidió en que la crisis de Mexicana generó una menor competencia en el sector, un incremento de tarifas para destinos nacionales e incluso un crecimiento en la preferencia de los consumidor para viajar mejor al extranjero, en detrimento de la industria turística nacional.
El responsable del quebranto que sufrió Mexicana fue el empresario Gastón Azcárraga, quien compró la empresa al IPAB por una cantidad inferior al valor de mercado, cambió el nombre por el de Nuevo Grupo Aeronáutico, fungió como presidente del Consejo de Administración de la misma, la destrozó financieramente y vendió sus acciones a Tenedora K a un peso.
Prófugo de la justicia
El 19 de febrero, autoridades judiciales mexicanas liberaron orden de aprehensión contra Gastón Azcárragaga, a quien se le acusa de realizar operaciones financieras con recursos ilícitos.
Tras el hecho, el ex presidente del Consejo de Administración de Nuevo Grupo Aeronáutico, antes Mexicana, se convirtió en un prófugo de la justicia.
Incluso Azcárraga, quien alguna vez fungió también como presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, es buscado en más de 190 países por la Interpol.
Busca evadir responsabilidad
El empresario promovió un juicio de amparo para impedir su captura e internamiento en una prisión mexicana.
La demanda para obtener la protección de la justicia federal fue interpuesta contra la orden de aprehensión que pesa en su contra por el delito de operaciones con recursos ilícitos cercano a los 200 millones de pesos (US$15 millones).
El Juzgado Séptimo de Distrito en Amparo Penal se encargará de estudiar la solicitud a fondo y de emitir su opinión en las próximas semanas.
Cabe destacar que por tratarse de un delito grave no es procedente conceder la suspensión provisional de la orden de captura, por lo que si el Gastón Azcárraga es localizado por los cuerpos de seguridad nacionales antes de que pudiera concederse un amparo en su favor, no hay impedimento para su aprehensión.