De las próximas incursiones empresariales del grupo, Eric, uno de los tres hijos del magnate Donald conversó con AméricaEconomía.com sobre el actual panorama de la compañía y su futuro tanto en América Latina como a nivel global.

A nivel mundial, el apellido Trump ha sido siempre sinónimo de negocios, lujos y riquezas. Ostentosas inversiones, pomposos hoteles, fastuosas canchas de golf, un ambicioso programa de televisión y una inmensa cava, son sólo algunos de los rubros del portafolio de negocios de la Organización Trump.

De las próximas incursiones empresariales del grupo, Eric, uno de los tres hijos del magnate Donald conversó con AméricaEconomía.com sobre el actual panorama de la compañía, y su futuro tanto en América Latina, como a nivel global.

Tras la inauguración de la Trump Tower en Panamá, la puesta en marcha de otra torre en Punta del Este, y el futuro complejo empresarial a construirse en Rio de Janeiro, los ojos de la organización decidieron ingresar con fuerza en la región. “Argentina, Buenos Aires específicamente, es un gran mercado, definitivamente es uno de nuestros próximos target. Además, probablemente miremos hacia Chile y Costa Rica también”, afirmó Eric, quien  se desempeña como Vicepresidente Ejecutivo de Desarrollo y Adquisiciones del holding.

Para Eric el creciente desarrollo y poder adquisitivo de la región, son aspectos que han cautivado al grupo. “La cantidad de dinero que existe, el crecimiento, el hecho de que sean el mayor socio comercial de Estados Unidos, obviamente nos hace mirar hacia allá”, dice.

“En Panamá por ejemplo, fueron muy ordenados, tienen un gran sistema financiero, usan el dólar, y además han hecho un gran trabajo con la Trump Tower”, agrega. 

Mercado local. En Estados Unidos, los proyectos siguen viento en popa. Actualmente poseen diez de los mejores hoteles del país, además de las construcciones de mayor altura en la nación. La última gran inversión del grupo, cercana a los US$250 millones, se enfocó en una de las más grandes pasiones de la familia: el golf.

Se trata de la remodelación del Doral Golf Resort & Spa en Miami. “Mi padre siempre jugó golf y es muy interesante ver cómo este deporte está en nuestras vidas", afirma Eric.

Sin embargo, la reciente inversión no limita futuros planes, “desde el inicio de la reconstrucción de tener sólo tres canchas de golf, en dos años pasamos a tener 14, y a final de este ejercicio lo más probable es que tengamos 20”, dice el empresario. 

Otros negocios. La diversidad es uno de los atributos de esta familia, ya que no sólo juega sus cartas en la  industria inmobiliaria, sino que también poseen la más grande vinería de la Costa Este, una productora, una firma de ropa y hasta una marca de agua mineral, entre otros productos boutique.

“Tenemos muchos aspectos distintos en la compañía y todos encajan muy bien. En el hotel se toma vino, se juega golf, se necesita agua, etcétera., simplemente se crea una red increíble”, enfatiza el heredero.

De este modo, la organización tiene grandes expectativas para el futuro, de manera que las inversiones son amplias y diversas, “la verdad no sabría decirte, pero son mucho, cientos de millones de dólares”, agregando que “vamos a continuar expandiéndonos, vamos a seguir creciendo, vamos a seguir construyendo hoteles en todo el mundo”, afirmó. 

Y cómo no hacerlo, si para ellos casi no existen límites. Los recientes recortes fiscales no han afectado en nada a la compañía que sigue progresando. “Pase lo que pase, nunca va a faltar esa gente que todavía quiere tener una mejor calidad de vida, y nosotros estaremos ahí para concretar esos sueños" finaliza Eric, con voz pausada y segura.