John Cryan desmintió haberle pedido un rescate a la canciller Angela Merkel para superar el difícil momento que vive la entidad financiera.

En una entrevista con el diario Bild, el presidente del Deutsche Bank, John Cryan, descartó este miércoles haber pedido ayuda a la canciller de Alemania, Angela Merkel, para que el Estado ayude a la entidad bancaria a superar sus problemas. Cryan también aseguró que, por el momento, no se plantea una ampliación de capital para afrontar las dificultades.

La entrevista es un intento de Cryan por despejar los rumores surgidos a través de la prensa, que aseguran que Merkel habría rechazado rescatar al Deutsche Bank, lo que ha implicado una baja en la cotización de las acciones del banco en las bolsas. La ayuda estatal "no ha estado en tabla”, dijo el ejecutivo, quien recalcó que "en ningún momento he pedido ayuda a la canciller” y ni siquiera lo ha insinuado. "No nos lo planteamos”, reiteró.

Sin entender cómo alguien puede siquiera pensar que se realizó esa solicitud de ayuda, Cryan refuerza así las declaraciones de la misma canciller, quien el martes respondió a la prensa sobre este tema señalando que "sólo quiero decir que Deutsche Bank es una parte del sistema bancario y el sector financiero alemán. Y por supuesto esperamos que todas las compañías, si se enfrentan a problemas temporales, puedan ir en la dirección correcta”.

Problemas en Estados Unidos. Los problemas de Deutsche Bank se incrementaron luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos planteara una multa de US$14.000 millones por sus negocios con hipotecas dudosas. La multa, vinculada a los negocios inmobiliarios realizados entre 2005 y 2007, es una "primera propuesta de acuerdo” que, asume Cryan, ha generado "mucha preocupación”.

"Pero desde el principio ha estado claro que no pagaremos esa suma”, afirmó el ejecutivo, quien confía en que las autoridades estadounidenses darán al Deutsche Bank el mismo "trato justo” que ha dado a los bancos de ese país con los que ha cerrado acuerdos. Sobre los planes para recortar 9.000 puestos de trabajo, 4.000 de ellos en Alemania, Cryan se limitó a señalar que se sigue el plan previsto.