Cuando ya trascendía que el ex gerente de la estatal eléctrica, Roberto Martínez Lozano, sería removido de su cargo, el funcionario firmó un contrato para la concesión del alumbrado público de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Tegucigalpa. Un nuevo escándalo salpica a Roberto Martínez Lozano durante su paso por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Cuando ya trascendía que el cuestionado ex gerente de la estatal eléctrica sería removido de su cargo y faltando 34 días para que el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, oficializará su despido, el funcionario firmó un contrato para la concesión del alumbrado público de Tegucigalpa y San Pedro Sula por un período de 25 años.
El arreglo directo con la empresa colombiana Gestión Energética S.A. E.S.P. (Gensa) se hizo a gran velocidad, ya que los ejecutivos de esa compañía arribaron al país a mediados de 2011 para asesorar a la ENEE en la búsqueda de soluciones a los racionamientos que afectaban las regiones del occidente, atlántico y oriente, pero al final la asistencia técnica ofrecida terminó en un lucrativo contrato para esa firma extranjera.
La privatización del manejo del alumbrado público de Tegucigalpa y San Pedro Sula está enmascarado en un “convenio marco de cooperación empresarial” suscrito por el gerente de la estatal eléctrica, Roberto Martínez Lozano; por Gensa, Jaime Zapata Franco y el director de la Unidad de Planeación Minero Energética del Ministerio de Minas y Energía de Colombia, Óscar Uriel Imitola Acero.
Para la vigencia del convenio restan las firmas de la ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén; la del presidente de la República y la aprobación del Congreso Nacional, así como la sanción de Lobo Sosa antes de su publicación en el diario oficial La Gaceta.
El convenio resultará en un leonino contrato porque tres cuartas partes de los ingresos facturados por el alumbrado público a nivel nacional serán destinados para desarrollar el proyecto en Tegucigalpa y San Pedro Sula, en detrimento del servicio en el resto de ciudades de Honduras.
“La empresa ENEE tiene recursos limitados para la realización de los mantenimientos preventivos y correctivos a todo el sistema de alumbrado público”, reza el acuerdo entre las partes. Según un estudio realizado por la estatal eléctrica, el sistema de alumbrado público presenta deficiencias de funcionamiento en cerca de 65% del inventario total de las luminarias instaladas”.
En la documentación completa del mencionado contrato, deja al descubierto una serie de irregularidades. Una de las cláusulas que ha despertado una fuerte controversia es la constitución de un fideicomiso, el cual será alimentado con 75% de la tasa de alumbrado público, el que la ENEE depositará en 15 días hábiles de ocurrida la facturación de cada mes para pagos de Gensa y los subcontratistas.
El proyecto Denominado como “Proyecto de mejoramiento del sistema de alumbrado público en Honduras”, su duración será por 25 años, que incluye la etapa de estructuración y selección de los contratistas.
El inventario de puntos luminosos en las dos ciudades comprendidas es de 96,967, de acuerdo con un inventario de la ENEE, distribuidas así: 68,005 (70,13%) son luminarias de vapor de sodio de alta intensidad de descarga, 28.853 (29,75%) son de vapor mercurio y 109 (0,11%) son de luz mixta.
Unas 44.698 luminarias (46,08%) están ubicadas en el área urbana y 52.294 (53,92%) en el sector rural. De estas luminarias, unas 28.853 (29,75%) son de vapor mercurio, las que deberán reemplazarse por focos de mayor eficiencia lumínica y menor consumo de energía. También se encontró que 55.674 luminarias (57,40%) son de vapor de sodio alta presión de 100 watt, abiertas y de poca eficiencia lumínica, las que también deben ser reemplazadas.
“El estado de las luminarias existentes presenta un considerable deterioro en las partes que la componen como son la carcasa o cuerpo de la luminaria, mientras que los brazos son demasiados cortos”, según una consultoría. Agrega que 60% de las luminarias del sistema de alumbrado público son de tipo abiertas y presentan polvo en la parte interna del conjunto óptico, reduciendo su eficiencia lumínica y vida útil, lo que genera mayores costos de mantenimiento.
Además, la consultoría revela que se encontró contaminación lumínica debido a un ineficiente y mal diseño del alumbrado exterior. “El mejoramiento de los niveles de iluminación de la ciudad puede tener un efecto importante en el uso racional de energía”, subraya el estudio.
La inversión. Según lo planteado por Gensa, el proyecto contempla un tiempo de 25 años para la concesión, estimándose una inversión de US$190.384.000, distribuidas de la siguiente manera: US$38.099.000 para la repotenciación, US$113.424.000 para inversiones adicionales y US$76.004.000 para la ampliación.
Estos recursos serán destinadas para mejorar la infraestructura del sistema de alumbrado público y para la renovación tecnológica.
En cuanto a los costos de operación y mantenimiento se estiman en US$210.957.000, los que incluyen personal, vehículos, herramientas, equipos, materiales, gastos de oficinas y demás costos indirectos asociados al proyecto.
De acuerdo con los documentos, las proyecciones financieras están elaboradas para la primera fase que comprende Tegucigalpa y San Pedro Sula más sus alrededores, mientras la segunda etapa comprende el resto del país, lo que incluye el cambio de 60.000 luminarias en tres años, sin trabajos de mantenimiento y operación, según los ingresos estimados para dichas zonas, manteniendo el nivel de la tarifa actual.
El negocio. De acuerdo con la documentación en poder de este rotativo, el modelo financiero negociado entre Gensa y la ENEE se financiara con el flujo de caja de los ingresos procedentes del alumbrado público, estimándose con un factor de 75% del recaudo, aproximadamente en US$1.150.000 mensuales.
Lo anterior significa que al año, Gensa percibirá US$13,8 millones anuales y unos US$345 millones durante la vigencia del contrato. Asimismo, un capital de riesgo que el contratista -ENEE- debe proporcionar con el fin de cubrir los gastos que no puedan ser asumidos con los ingresos producto del recaudo.
Este capital de riesgo se estima en US$18.750.000, los que deben ser proporcionados en la medida que se genere faltante de caja.
“El gobierno de Honduras, a través de la ENEE, cederá a Gensa los recursos del alumbrado público del proyecto, que serán girados mensualmente durante los 25 años de conformidad con lo estipulado en la cláusula 2,8 de este convenio, en proporción al 75% del valor recaudado, el cual cubrirá los costos del proyecto y el capital del riesgo que inicialmente colocará el subcontratista seleccionado. Adicionalmente el gobierno de Honduras se obliga, a través de la ENEE, a cancelar a Gensa durante el periodo de estructuración del proyecto el valor de los honorarios pactados”, detalló.
Bajo esos términos financieros pactados, según lo explicado por expertos en la materia, las condiciones negociadas únicamente favorecen a la empresa colombiana, que de realizarse con el personal de la ENEE puede resultar más barato para la estatal eléctrica y no pondría en riesgo las finanzas públicas.
Un ejemplo de lo anterior es que la participación de Gensa en la estructuración del proceso licitatorio del proyecto de alumbrado público le costará a la ENEE la suma de US$510.000 por un trabajo de seis meses.