La débil demanda de electricidad derivada de la crisis económica de Europa ha reducido los ingresos y la capacidad de utilización en las plantas de las compañías energéticas, además de haber disminuido sus operaciones comerciales.
Francfort. E.ON, la mayor eléctrica de Alemania, advirtió acerca de una débil demanda energética en Europa y dijo que podría tener que cerrar plantas y realizar esfuerzos de ahorro luego de haber recortado su previsión para el año que viene.
"En la mayoría de los mercados europeos, el margen bruto de unidades alimentadas con gas se acerca a cero o ya es negativo. Un factor es que la demanda de electricidad sigue siendo muy baja", dijo este martes el presidente ejecutivo de E.ON, Johannes Teyssen, después de que la empresa publicara sus resultados financieros.
A las 11:40 GMT, las acciones de E.ON se hundían un 10,5% y afectaban las de su principal competidor, RWE, cuyos títulos operaban con una baja del 4,8%.
La débil demanda de electricidad derivada de la crisis económica de Europa ha reducido los ingresos y la capacidad de utilización en las plantas de las compañías energéticas, además de haber disminuido sus operaciones comerciales.
Las unidades europeas de E.ON son un mercado clave para la firma y, si se incluye a Rusia, representaron alrededor de un 46% de las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) en los primeros nueve meses del 2012.
En un sorpresivo comunicado publicado el lunes, E.ON advirtió que podría incumplir su pronóstico para el 2013, citando condiciones económicas débiles que han perjudicado a la industria de la energía.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda total de energía primaria en la Unión Europea (UE) bajaría un 2% en el período 2010-2015, en comparación con el incremento del 10% a nivel global en el mismo lapso.
"La preocupación de los inversores respecto al futuro de las empresas energéticas europeas en el actual ambiente económico, de regulación y político, podría crecer en lugar de disminuir", dijo el analista de JP Morgan Ian Mitchell.
Los grupos de energía alemanes también se están enfrentando con el progresivo abandono del sector nuclear decidido por la canciller Angela Merkel el año pasado tras la catástrofe japonesa en Fukushima, causada por un terremoto de magnitud 9 y un consecuente tsunami.
El CEO de E.ON habló de la inmensa presión que ejercían las malas condiciones en la generación de energía.
"Vamos a seguir optimizando nuestra cartera de plantas de energía convencional y vamos a analizar un posible cierre de instalaciones", declaró Teyssen.
Las plantas no rentables, que sin embargo serán necesarias para garantizar la estabilidad general del sistema energético, necesitarían acuerdos transitorios con operadores de redes y autoridades para compensar a E.ON por las operaciones, señaló Teyssen.
E.ON ha dicho que no construirá nuevas instalaciones alimentadas por carbón y gas en Europa occidental hasta el 2020, con excepción de los proyectos existentes, que de todos modos podrían sufrir retrasos.
En su reporte de resultados, E.ON dijo este martes que su ganancia estructural en nueve meses aumentó un 35%, debido a que los costos relacionados con la salida nuclear de Alemania el año pasado no se repitieron en el 2012.
Las EBITDA en nueve meses crecieron un 35% a 8.800 millones de euros (US$11.200 millones), más que el pronóstico promedio de 8.470 millones de euros obtenido en un sondeo de Reuters.
