"Es cierto que probablemente hay demasiadas empresas en el sector (...) llegará un tiempo en que la inversión en obra pública no va a ser lo que era y eso tenga como consecuencia el reajuste del sector", aseguró el ministro de Fomento.
Santander. El ministro de Fomento de España, José Blanco, reconoció que el sector constructor en España inevitablemente sufrirá un ajuste ante el previsible descenso de la obra pública y la gran atomización del sector.
"Es cierto que probablemente hay demasiadas empresas en el sector (...) llegará un tiempo en que la inversión en obra pública no va a ser lo que era y eso tenga como consecuencia el reajuste del sector", dijo Blanco en una jornada sobre infraestructuras en el marco de un seminario financiero organizado por la APIE y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Bajo la atenta mirada de los presidentes de Abertis, Sacyr Vallehermoso y FCC, Blanco recordó los duros ajustes emprendidos en obra pública para recortar el déficit que ha supuesto un drástico recorte del plan de infraestructuras de 1.500 millones de euros.
Quizás en un guiño a las empresas a las que aventuró un reajuste, Blanco reiteró que pretende agilizar el modelo de financiación público privada de las infraestructuras y sugirió que en breve deberá abrirse el debate de cobrar por el uso de determinadas infraestructuras o privatizarlas para financiar su mantenimiento.
"En el futuro profundizaremos en modelos adicionales de financiación como el Plan Extraordinario de Infraestructuras de Colaboración Público-Privada que desarrollaremos este mismo año", dijo.
Tras explicar que España invierte diariamente seis millones de euros en mantenimiento de infraestructura, Blanco señaló: "El debate dentro de diez años será cómo se va a pagar el mantenimiento; si lo pagan todos con sus impuestos o lo hacen aquellos que más se benefician de la infraestructura".
El presidente del conglomerado concesional Abertis abogó en la misma jornada por un aumento de la colaboración privada en las infraestructuras y, al igual que el Ministro, llamó la atención sobre la falta de recursos públicos para financiar nuevas obras o mantener las existentes.
"Ha llegado el momento en el que para mantener las infraestructuras tenemos un problema grave (...) los recursos públicos no pueden en estos momentos atender en muchos países del mundo, en ocasiones ni siquiera el mantenimiento del stock de infraestructuras", dijo Salvador Alemany.
Ampliar los pagos. El también presidente del Círculo de Economía abogó por un sistema de financiación- en términos de copago -homogéneo en toda Europa.
Además, tras recordar que gran parte de las autovías gratuitas en España se realizaron gracias a fondos estructurales europeos sin los que no habría sido posible su construcción pública, dijo que este sistema ha configurado un "mapa caótico".
"Esto nos dejó luego una situación difícil de comprender ... la gente no entiende por qué está pagando en unos sitios por el uso de una infraestructura mientras en otros lo tiene gratuito", dijo.
Alemany destacó que un sistema de pago por uso permitiría no sólo el mantenimiento de las infraestructuras sin cargo a los presupuestos sino también facilitaría la financiación para la construcción de nuevas vías.
"Es el momento de hacer nuevamente el mapa y constituir un sistema homogéneo ... el pago por uso descarga los presupuestos en materia de mantenimiento de carreteras y genera nuevamente actividad", dijo.
Falta de confianza. Por su parte, los presidentes de la concesionaria Abertis y de la constructora FCC reconocieron el martes que la actual desconfianza de los mercados con respecto a España dificultaba el acceso a la financiación externa por parte de las empresas españolas.
"La dificultad de riesgo España no nos afecta a la cuenta de resultados, pero nos afecta a las dificultades que se visualizan cuando vas a los mercados", reconoció el martes el presidente de Abertis, Salvador Alemany.
En las últimas semanas, la crisis del riesgo soberano ha disparado las primas de riesgo (diferenciales) de la deuda de las economías periféricas de la eurozona, entre ellos España, con respecto al bono alemán de referencia debido a la creciente desconfianza de los inversores respecto a la situación de las cuentas públicas de estos países.
En un momento en el que los bancos han restringido el crédito y las fuentes de financiación a terceros, Alemany reconoció que "se necesitan mayores recursos propios para la financiación de proyectos".
El presidente de FCC, Baldomero Falcones, también reconoció que "es lógico que la financiación bancaria es (ahora) más cara y más restrictiva. Esto nos obliga a las empresas a bajar nuestro endeudamiento".
Centrado en la gestión de los flujos de caja y con la vista puesta en crecer en el exterior, FCC se ha fijado como meta rebajar su endeudamiento por debajo del nivel de los 7.500 millones de euros en 2010, sustituyendo en la medida de lo posible deuda bancaria por emisiones de bonos.
En este sentido, Falcones se mostró confiado una paulatina estabilización de los mercados de capitales internacionales que podría volver a ser aprovechado por parte de las empresas españolas.
"La situación de volatilidad se va a ir estabilizando y yo espero que se recupere la estabilidad en nuestro país y en nuestra economía. Por lo tanto se volverán a abrir ventanas para las empresas españolas", expresó Falcones, que se mostró optimista en que su compañía estaría preparado para aprovechar las próximas ventanas de financiación.
FCC cuenta en estos momentos con la autorización de la junta para hacer una emisión hasta de 500 millones de euros de bonos simples y hasta de 300 millones de euros bonos convertibles."En el momento en el que haya una ventana y el mercado lo permita aprovecharemos la oportunidad sin duda alguna", aseguró.