Esta desinversión se enmarca en la estrategia de la petrolera española de centrarse en mercados estratégicos en el negocio de 'bunker' y en ofrecer un producto de calidad de cara a los retos que planteará para este negocio la nueva regulación de la Organización Marítima Internacional para combustibles marinos.
Cepsa ha vendido a Minerva Bunkering la totalidad de Cepsa Panamá, su filial dedicada al 'bunkering' (suministro de combustibles a barcos) en el país, según informó la filial de Mercuria Energy Group, que no precisó el importe de la operación.
Fuentes de Cepsa indicaron a Europa Press que esta desinversión se enmarca en su estrategia de centrarse en mercados estratégicos en el negocio de 'bunker' y en ofrecer un producto de calidad de cara a los retos que planteará para este negocio la nueva regulación de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) para combustibles marinos.
Esta norma, denominada IMO 2020, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, obligará a los barcos a consumir combustibles con un 0,5% máximo de contenido de azufre.
En este sentido, la petrolera propiedad de Mubadala y Carlyle ha cerrado esta venta y el pasado mes de septiembre dejó de operar en Fujairah (Emiratos Árabes Unidos) en el negocio de 'bunker', centrándose así en el mercado español, donde es líder, y en Gibraltar, y estando, además, cerca de las refinerías.
De hecho, España y Gibraltar, donde el grupo opera en unos 60 puertos, representan el 85% de su negocio de 'bunker'. En este sentido, Cepsa prevé cerrar 2019 con unos 4 millones de toneladas vendidas.
Constituida en 1998, Cepsa Panamá ofrecía servicios de 'bunkering' en un enclave estratégico como el Canal de Panamá, con influencia en el Atlántico y en el Pacífico a través de los puertos de Balboa y Cristóbal.
Según indicó el proveedor de combustibles marinos y servicios de 'bunkering', el nombre de Cepsa Panamá se cambiará para alinearse con la propiedad de Minerva y se unirá a su red física global que abarca 30 puertos.
La compañía continuará suministrando a clientes a ambos lados del canal, con personal local respaldado por los equipos de Minerva en Nueva York y Houston.