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Especulación en Colombia aumentaría precio de la energía
Miércoles, Julio 29, 2015 - 10:53

El fenómeno de El Niño provoca controversia entre generadoras y grandes empresas. Las primeras dicen que la confiabilidad está garantizada, las otras que no hay disponibilidad suficiente del insumo a precios competitivos.

La alerta del Ideam sobre la prolongación del fenómeno de El Niño, incluso, hasta diciembre, además de causar preocupación por un posible desabastecimiento de agua para consumo de los colombianos, también tiene enfrentadas a las generadoras de energía con las empresas consumidoras. La razón: el incremento de los precios del servicio.

Aunque el sistema está diseñado para garantizar que el país no se apague ni en las condiciones más adversas, las tarifas, de continuar las situaciones climáticas como la actual, aumentan su dependencia de la especulación. La entrada en funcionamiento de la generación con líquidos (combustibles) es casi 25 veces más cara que la que producen las hidroeléctricas y empiezan a guiar el mercado.

“Los avatares del clima tienen una incidencia más alta si no hay disponibilidad de energía suficiente a precios competitivos. Producimos a buenos precios en las hidroeléctricas y en las plantas a carbón, pero las tarifas las dominan los costos de operación que tienen las plantas a gas y las que trabajan a base de combustibles líquidos. Cuando hay temores por condiciones climáticas adversas los precios se disparan a niveles exorbitantes”, manifiesta la presidenta de Asoenergía, el gremio de los grandes consumidores, María Luisa Chiappe.

Para esta época, y teniendo en cuenta las condiciones climáticas, los embalses presentan un nivel adecuado. Sin embargo, según el presidente de Andeg, Alejandro Castañeda, de las precipitaciones de agosto, septiembre y octubre dependerá que las plantas térmicas aumenten su participación en la generación, en algunas ocasiones produciendo hasta el 50% de la demanda nacional.

“El nivel agregado de los embalses es del 66,38%. Estas acumulaciones de agua se han venido recuperando desde marzo, cuando tuvieron niveles cercanos a 40%. Siempre se busca estar por encima de un 60% previo a que inicie un verano o un fenómeno de El Niño. Esto se ha logrado con una participación térmica importante que ha venido aportando entre un 30% y un 40%”, aclara.

El problema ahora es para las empresas que no contrataron con anticipación el abastecimiento del insumo. Aunque en el caso de Colombia entre el 85% y el 90% de la demanda está cubierta, quienes no hacen parte de esa cifra están sometidos a precios que el mercado determina de acuerdo con los de las plantas que producen con líquidos.

El director de Óptima Consultores, una de las firmas asesoras más importantes del sector energético, Alejandro Lucio, explica que los precios del mercado regulado no deben aumentar, pues al tratarse de futuros los contratos vienen negociados hace dos o tres años. Entre tanto, “los precios sí van a aumentar en los próximos años por factores como el fenómeno de El Niño. Los contratos para cubrir la demanda regulada en 2017 sí están cerrando a precios muy superiores a los actuales”.

Los demandantes industriales y comerciales no regulados han visto, desde el año pasado, cómo aumentan los precios que pagaban por el servicio de energía eléctrica. En la renovación de los contratos han llegado a cancelar 30% más de lo que cancelaban en la tarifa anterior, según Lucio.

“Hay que contratar con anticipación para obtener buenos precios. Este año ya está vendido y 2016 también. No se debería especular con la energía y esperar a que las tarifas caigan porque, por ejemplo, el distribuidor residencial que no contrató pues va a afectar a los usuarios residenciales, es decir, su bolsillo y el mío”, aseguró la presidenta de Acolgen, Ángela Montoya Holguín.

Pero los factores que hoy tienen al alza los precios en el mercado no necesariamente tienen que ver con que los consumidores dejaron la “diligencia para el final” sino, también, a la disminución de los aportes hídricos de los embalses desde 2013, la incertidumbre por la disponibilidad de contratos firmes de gas para generación de energía y el atraso de la entrada en funcionamiento de megaproyectos de generación.

“La mezcla de oferentes de energía está privilegiando la permanencia en el mercado de una serie de plantas ineficientes que están subiendo los precios y exacerban coyunturas, como la actual, por temores por el clima. El Ministerio de Minas y la CREG tienen que aceptar que el sistema no es confiable a precios competitivos. En esas condiciones es muy susceptible a la especulación”, señaló Chiappe.

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ELESPECTADOR.COM