La compra de un turismo familiar, en tiempos de crisis, es una tarea realmente difícil y en ella influyen casi un número ilimitado de variables y todas ellas han de generar una decisión de compra equilibrada porque, de forma general, se trata de una adquisición que va a convivir largo tiempo con el automovilista y su familia.
El problema suele tener difícil solución, porque algunas variables, a veces, se muestran incompatibles con otras, como así ocurre en el familiar que protagoniza esta prueba dinámica, el Volvo V60 comercializado después de su actualización tres años después de su lanzamiento comercial.
La versión probada muestra un buen equilibrio en casi todo, salvo el precio, que no sintoniza, precisamente, con un ambiente de crisis económica como el que aún se vive.
La tarifa parece inconsecuente con una versión que si bien ofrece una arquitectura con mucha presencia exterior ofrece una calidad percibida que se alinea con familiares de segmentos inferiores y no catalogados sub-premium como este Volvo.
La versión probada es prácticamente la de acceso a la familia V60, equipada con un motor suficiente para la conducción tranquila que ahora exigen las normas, de consumo contenido, con un equipamiento suficiente, hecha la excepción del completo listado de sistemas de seguridad, un capítulo en el que Volvo ofrece más que nadie en todas sus versiones, desde la más básica y pequeña.
IntelliSafe es el nombre bajo el que Volvo integra todos sus sistemas de seguridad activos, entre los que la tecnología City Safety tiene un papel crucial.
Este sistema está instalado de serie y funciona a velocidades de hasta 50 Km/h y todos los modelos pueden también ser equipados con la función Detección de peatones con autofrenada completa (Pedestrian Detection with full auto brake) que protege a las personas que puedan interponerse en la trayectoria del coche.
Otro sistema, el ya conocido Blind Sport Information System (BLIS) está basado ahora en un sistema de radar, que permite visualizar y alertar al conductor de que se acercan vehículos rápidamente por detrás del vehículo hasta 70 Km/h, y también informar al conductor acerca de los vehículos que se hallan en las zonas de visibilidad muerta a ambos lados del coche.
La Alerta de Tráfico Cruzado (Cross Traffic Alert) usa los sensores de radar en la parte trasera del coche para avisar al conductor del tráfico que cruza desde los lados durante una maniobra de marcha atrás en un estacionamiento, lo que es especialmente útil en áreas estrechas y concurridas cuando la visibilidad lateral es limitada.
Información de señales de carretera (Road Sign Information) ayuda al conductor mostrando las señales de tráfico de la carretera en la pantalla del instrumento.
Estos sistemas tratan de reducir el riesgo de que un Volvo esté involucrado en un accidente o que alguno de los ocupantes sufra heridas, hasta el punto de que el objetivo es que nadie debe morir ni sufrir heridas graves en un coche Volvo en el año 2020.
El V60, al igual que la berlina S60 y el crossover XC60, ha recibido cambios en 2013 para hacer, a decir de la marca, que su posición sea más competitiva en el mercado, lo que quizá logra en las versiones superiores de la gama, pero no en las básicas.
La marca también dice haber escuchado atentamente a sus clientes para introducir las mejoras que favorecen el atractivo de un modelo que en muchos mercados es el más vendido del fabricante sueco.
En esta actualización Volvo se ha centrado en los detalles, como la nueva ubicación de los difusores de lavado delanteros, al desaparecer de la vista, ahora ocultos por debajo del capó, o el aspecto de la cubierta del radar, pintada ahora en negro brillante.
El marco cromado alrededor de la parrilla ha sido eliminado y mejorado por una insignia de acero más grande que crea una imagen visual más potente, en conjunto con un nuevo diseño del frontal, en el que los grupos de luces están ahora más centrados, creando una faz más expresiva.
Los diseñadores de la marca, que han enfatizado las líneas horizontales del coche, aseguran haberse inspirado en los ojos de un lobo para dar forma a la nueva expresión del frontal.
La parrilla más amplia, las luces diurnas y nuevas barras de LED en los pilotos traseros, completan una apariencia llamativa del S60 en carretera, en la que destacan las formas limpias que caracterizan al diseño escandinavo, en general.
En el interior hay una mejora de los asientos, un elemento que desde hace décadas ha sido uno de los pilares de Volvo, que se ha caracterizado por equipar siempre asientos con buena sustentación y confortables, muy aptos para hacer largos viajes sin fatiga.
Con un asiento deportivo como opción en algunas de la versiones, este básico D2 ofrece un buen asiento, del que algunos fabricantes deberían tomar ejemplo por el elevado nivel de ergonomía.
El conductor se ubica en un puesto que merece un alto adjetivo. Es muy fácil encontrar una buena posición con cualquier estatura, y al frente un conjunto de información de fácil lectura que varía según la elección del tema de presentación. Son tres las posibilidades de elección: Elegance theme, que es el modo base con una aura tradicional y tranquila, Eco theme, que presenta un iluminación de fondo verde, diseñada para crear una imagen inspirada en el medio ambiente, y Performance theme, que cuenta con una iluminación con fondo rojo creando una atmósfera deportiva.
Esto por lo que se refiere al ambiente delantero, porque en el trasero también han habido mejoras para proporcionar un mayor espacio a las piernas.
Estos asientos guardan un cojín reforzado que emerge desde la base para dar la altura adecuada para que viajen niños de corta edad, en tanto que los asientos pueden plegarse en tres segmentos, con la proporción 40/20/40 para ampliar los 430 litros de espacio de carga.
Otras actualizaciones interiores se basan en la incorporación de nuevos colores en la tapicería, nuevas incrustaciones de madera, nueva titulación y marcos metálicos alrededor de las difusores de aire y mandos de luces, elementos que están ausentes en la versión básica, lo que contribuye a crear un ambiente excesivamente espartano, sin encanto, en el que dominan tonos grises que en nada favorecen una buena percepción de calidad, que sí se crea fácilmente en las versiones superiores con otros materiales y colores.
El V60 probado está equipado con el motor más bajo de la gama, el 1.6 diesel de 114 caballos. Se trata de una planta trotona, poco enérgica en las respuestas, cuya característica es la del bajo consumo, aunque sea oficialmente, con un valor de 4,1 litros y la emisión de 109 gramos de CO2 por kilómetro. En prueba real, estos valores son muy superiores, con el consumo por encima de los 6 litros.
Este motor, ofrece un buen tacto de uso, pero sólo cuando alcanza su temperatura de funcionamiento, porque hasta entonces es ruidos y áspero, especialmente cuando esta asociado, como es el caso, a la caja manual, que es poco precisa para un buen manejo.
En conjunto, este coche es una nueva elección para conductores sosegados, que exigen poca reacción dinámica pero sí aprecian una buena posición sobre el asfalto y las sensaciones de seguridad de un chasis que va sobrado para una potencia de 115 caballos..
La rodadura en línea recta de esta versión del V60 es muy sólida, mientras en curva las reacciones son muy neutras, en buena medida porque es difícil con la potencia útil llevar el bastidor a sus extremos.
El ajuste de la suspensión, que es confortable, tiende a ser firme y ello crea una buena sensación de apoyo sobre el asfalto, con una repuesta general en curva que mantiene el coche razonablemente plano respecto al suelo.
En resumen, este V60 configurado como una versión básica y de acceso a la gama es una opción de compra que reúne una gran mayoría de las premisas requeridas para satisfacer las necesidades de un a familia, salvo un precio que se muestra elevado por lo deslucido de la presentación interior.