José Antonio Vargas, vicepresidente del Consejo Mundial de Energía (CME) para estrategias y comunicaciones y presidente del comité colombiano en el organismo, admitió que, de haberse concretado, esta propuesta, sobre la que se habla desde hace muchos años, habría contribuido a reducir el costo eléctrico y a una mayor seguridad en el suministro.
Panamá. La indefinición en la iniciativa para la interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá ha implicado una pérdida de oportunidades frente a las necesidades energéticas ante los efectos del cambio climático y otros impactos, reconoció hoy uno de los miembros del Consejo Mundial de Energía (CME).
En una entrevista con Xinhua en la capital panameña, José Antonio Vargas, vicepresidente del CME para estrategias y comunicaciones y presidente del comité colombiano en el organismo, admitió que, de haberse concretado, esta propuesta, sobre la que se habla desde hace muchos años, habría contribuido a reducir el costo eléctrico y a una mayor seguridad en el suministro.
Reconoció que corresponde a decisiones políticas construir la estructura, aunque el sector privado, dijo, la considera deseable y viable, tal y como se reflejó en un estudio realizado hace años que a su juicio sigue teniendo vigencia.
Vargas asiste en la capital panameña a un foro energético en el que se habló de la posibilidad de que Panamá ingrese este año como miembro al CME, del que forman parte más de 90 naciones y en cuya junta directiva hay tres latinoamericanos de los nueve miembros que tiene.
Según afirmó, los países y la región necesitan de este tipo de proyectos, y lo que el CME puede hacer al respecto es aportar nuevos elementos o hacer un estudio sobre lo que aportaría.
El además presidente de Codensa y Emgesa, pertenencientes al grupo eléctrico colombiano Enel-Endesa, explicó que, considerando el tema desde la perspectiva del "trilema energético" (seguridad energética, igualdad para acceder a la energía y sostenibilidad medioambiental), la interconexión generaría enormes beneficios.
"Desde el punto de vista económico, creemos que tanto en Colombia como en Panamá la existencia de la línea permitiría que los usuarios tengan mejores niveles de precios", aseveró.
Además, agregó, "desde el punto de vista de la demanda de los países es perfecta la interconexión porque tenemos grandes complementariedades entre Panamá y Colombia, o entre Centroamérica y el norte de Sudamérica".
En este sentido, dijo, los picos de demanda de energía son distintos en Panamá y en Colombia, y por cuestión de horarios conviene además exportar energía en unas horas e importar en otras.
Vargas observó que, con el fenómeno de El Niño, en los dos años anteriores se hubieran podido hacer grandes importaciones de energía de Centroamérica a Panamá, como lo hizo Colombia de Ecuador.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, acordaron el 25 de julio de 2014 en la capital panameña realanzar y reactivar el proyecto de interconexión binacional con la expectativa de culminarlo en 2018.
En ese momento, se indicó que la iniciativa comprendía la construcción y operación de una línea de transmisión eléctrica en corriente directa (sistema HVDC) con una potencia eléctrica de entre 300 y 400 megavatios y una longitud aproximada de 590 kilómetros.
De esa distancia, 310 kilómetros se desarrollarían en Colombia y 280 en Panamá.
En agosto de 2015, la ministra de Ambiente de Panamá, Mirei Endara, recomendó fijar una nueva ruta debido a razones ambientales, después de que un estudio concluyera la falta de viabilidad, dentro del proyecto, del tendido eléctrico previsto en la selvática provincia de Darién, en el oriente de Panamá.
Endara sostuvo que se debían buscar alternativas viables para contar con esta conexión binacional que tomasen en cuenta lo económico, lo social y lo ambiental.