"Si los países no hacen esas inversiones en el mediano y largo plazo van a ser afectados, no importa el país. No podemos decir que un país no va a ser afectado porque es un problema global", sostuvo un alto funcionario de la FAO.
México DF. América Latina y el Caribe deben reforzar el apoyo a sus pequeños productores agrícolas para que se adapten al cambio climático, ya que son clave en la seguridad alimentaria de la región, dijo un alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
"Si los países no hacen esas inversiones en el mediano y largo plazo van a ser afectados, no importa el país. No podemos decir que un país no va a ser afectado porque es un problema global", sostuvo Jorge Meza, oficial forestal principal de la organización, en entrevista con Xinhua.
El experto de la FAO recalcó que en la región existen países donde los pequeños productores contribuyen con hasta el 80% de la canasta básica de la población, por lo que es necesario que los gobiernos apliquen medidas para evitar que sufran consecuencias por los efectos del cambio climático.
"La adaptación del pequeño agricultor quiere decir incluso el fortalecimiento de la resiliencia de la sociedad en su conjunto, sobre todo en países donde la contribución de la agricultura familiar a la seguridad alimentaria es alta", dijo.
Entrevistado en el marco del 34 periodo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, llevado a cabo en la Ciudad de México, Meza expuso que algunos casos son Perú y Ecuador, donde hasta el 80% de los alimentos agropecuarios que consume la población provienen de campesinos de pequeña escala.
Según datos de la instancia de Naciones Unidas, la región enfrenta anualmente un promedio de 70 desastres que dañan cultivos, como huracanes, inundaciones, incendios, pestes o plagas, y que afectan a cinco millones de personas, en su mayoría en condición de pobreza o de seguridad alimentaria.
Meza expuso que el 70% de esas emergencias en la región corresponden a desastres por clima, algunos de los cuales pueden ser atribuidos al cambio climático.
"Si no hay medidas de adaptación en los próximos 10 años los costos por los daños generados por el cambio climático podrían llegar a 2,2% del PIB. En Centroamérica habría una disminución del 25% de la producción de granos básicos que son la base de la seguridad alimentaria", advirtió el oficial forestal.
El cambio climático afecta sustancialmente a los pequeños agricultores, por lo que la FAO ha propuesto a los gobiernos que impulsen entre ellos medidas como mejores selecciones de especies, ciclos de cultivos ajustados, combinaciones agropecuarias y abono verde para proteger el suelo, sostuvo Meza.
"Cuando hablo de adaptación no sólo es el sistema productivo en sí, implica a la familia productora en su conjunto, llevarla a una situación mejor a la anterior, porque si la llevas son menos vulnerables y eso es parte de la adaptación al cambio climático", explicó.
Meza manifestó que los países de Centroamérica que ahora importan granos básicos para cubrir sus necesidades podrían enfrentar una mayor vulnerabilidad en el futuro si no llevan a cabo ajustes para mejorar sus sistemas productivos.
"Los países que de alguna manera tienen dentro de sus sistemas económicos la generación de alimentos que vienen desde un sector agropecuario fortalecido van a tener mejores capacidades y condiciones que otros países que no tienen esa orientación y que no hacen acciones de adaptación", concluyó el experto.
La Conferencia Regional es el principal órgano de gobierno de la FAO en América Latina y el Caribe, por lo que representantes de 33 países se reúnen entre el 29 de febrero y el 3 de marzo en la Ciudad de México para deliberar dentro de su periodo de sesiones.