El gobierno de Evo Morales propone una nueva reforma al sistema de pensiones, la que establece el manejo estatal de los aportes, la creación de un fondo solidario para incrementar las rentas bajas y reducir la edad de jubilación a 58 años.
Expertos identificaron algunas deficiencias del proyecto de la nueva Ley de Pensiones que impulsa el gobierno de Bolivia, aunque destacaron su alcance solidario.
Los retos, mencionaron, son mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones y aumentar la cantidad de aportantes, según publica La Razón.
El gobierno de Evo Morales propone una nueva reforma al sistema de pensiones, la que establece el manejo estatal de los aportes, la creación de un fondo solidario para incrementar las rentas bajas y reducir la edad de jubilación a 58 años.
El primer defecto encontrado a la propuesta es la administración de los aportes laborales por una gestora pública, en lugar de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
“Ello implicaría que probablemente se politice la parte de la administración, se deslinde un concepto técnico en la misma y debamos buscar cómo velar por los intereses de los afiliados”, afirmó el ex viceministro de Pensiones, José Luis Pérez.
El descuento a los grandes salarios sería otro de los desaciertos de la propuesta, a juicio de los expertos previsionales.
“Se introduce un sistema equivalente al de los impuestos, pero que es progresivo, es decir, que grava más a la gente con más dinero. Sin embargo, (el mismo) no va a ser universal”, explicó el analista económico Gonzalo Chávez.
Asimismo, Chávez considera que la reducción de edad “es otro error. Eso es no aprovechar el capital humano que tiene el país, hay mucha gente que puede contribuir”.