Si los indicadores siguen como están hasta ahora, recién en 2013 se entraría en un terreno más aupsicioso experimentando un repunte en dos a tres años más.
La confianza le jugó en contra a la industria naviera mundial. Tras la crisis financiera de 2009 se desencadenó una sobre capacidad de naves, que tiene efectos hasta el día de hoy, y que aún está lejos de terminar.
Actualmente, la industria navega por aguas inciertas mientras las principales empresas han tenido pérdidas significativas.
El 2011 fue un año complejo. La demanda por transporte marítimo creció 6,7%, sin embargo, la flota mundial lo hizo a una tasa mayor, cercana al 8,2%.
Aunque cada mercado se comporta de manera distinta, en general, se presentaron fletes deprimidos. En la industria normalmente se contempla como pleno empleo de la flota, cuando está por sobre un 90%, y tanto en el transporte de contendores, el más afectado, como la flota granelera reportaron porcentajes menores, con un 80% y 88% respectivamente.
En este panorama también influyeron el terremoto y tsunami de Japón, y la inundación en Australia que afectaton la demanda de transporte. Así, la industria oscila entre el vaivén de la contingencia.
Aunque ambos incidentes han ido quedado atrás, el presente ejercicio tampoco ha sido mejor. “El 2012 el tema se mantiene complicado, hay una crisis financiera que no se ha podido superar todavía, se piensa que la economía mundial va a crecer a tasas más bajas que la del año pasado, y evidentemente la demanda por transporte marítimo va a ser bastante incierta", explicó el gerente general de la Asociación Nacional de Armadores de Chile, Arturo Sierra.
Sin embargo, se han apreciado ciertas mejorías, que el analista de BCI Estudios, Marcelo Catalán, se refieren a las restructuraciones a nivel mundial que a junio de 2012 ya muestran cerca de entre un 80% y 90%, de mejoras en eficiencia de costos.
“Este año las señales son débiles, pero el próximo debiera ser uno donde las compañías empiecen a mostrar numeros positivos”, acotó Catalán.
En tanto, Sierra prevé que para el 2013 se estima “que el crecimiento de la economía mundial va a ser menor este año, en el orden de un 3,2% y el 3,3%, por lo que la demanda por transporte marítimo no crecería más allá de 5,5% a 6%”.
Sin embargo, en lo que coinciden tanto el gerente general de la Asociación Nacional de Armadores de Chile como el analista de Bci estudios, es que si no se produce ninguna situación cuyuntural de importancia y las proyecciones se mantienen, la industria debería recuperarse entre 2014 y 2015.
“Hay un problema a nivel global, que se estima que se va a mantener por dos o tres años más, antes de que veamos una recuperación o una tendencia clara a una recuperación y volvamos a tasas de crecimiento global del 5% o 5,5% lo que conlleva una demanda o un aumento en la solicitud de transpote cercano al 8%-9%. Nadie tiene certeza de lo que va a pasar, pero no antes del 2014 -2015 vamos a tener más claridad”, detalló Sierra.
Mejoras. Diferentes han sido las medidas que ha adoptado la industria para hacer frente a esta crisis.
Entre ellas está la restructuración de servicios, la suspensión de los que son deficitarios, optimización de rutas y fusión entre empresas para tener mejores economías de escala y operación.
Además, muchas han optado por operar con un porcentaje mayor de flota propia que arrendada, dado que esto da más seguirdad, en caso de que el mercado se deplome.
Otra de las opciones que se han adoptado, son reemplazar flota ineficiente por otra de menor costo, lo que debería estar materializado en terminos globales al 2015, aunque ya hay industrias que se han adelantado en ese proceso.
La restructuración en los costos de los servicios entregados, realizar más joint venture para tener mayor eficiencia de rutas y optar por un menor gasto en términos de combustible son otros factores implementados.
La actual coyuntura global, fundamentalmente la europea, también le está jugando en contra a la industria naviera. Así lo explicó el vicepresidente ejecutivo de la Cámara Marítima Portuaria de Chile, Rodolfo García, quien reveló que para enfrentar el círculo vicioso del exceso de naves, se debe tener una oferta más barata, y para eso se tienen que construir embarcaciones cada vez más grandes.
“La industria está considerando buques de 18 mil contenedores, los cuales nunca van a llegar a Chile, porque no tenemos carga para llenarlos", agregando que "lo anterior significa que nuestras instalaciones están quedando obsoletas".