Los exportadores de granos de Argentina están optimistas respecto de lograr un acuerdo que pondría fin al conflicto con los trabajadores portuarios de Rosario que exigen mejoras salariales.
Buenos Aires. Los exportadores de granos de Argentina son optimistas respecto de lograr un acuerdo la semana próxima para poner fin a una disputa que paralizó recientemente un puerto clave de uno de los mayores productores de alimentos del mundo, dijo este miércoles un grupo del sector.
Los trabajadores portuarios suspendieron el 2 de febrero una huelga de una semana en reclamo de mejores salarios, luego de que el gobierno les ordenó hacerlo y les impuso un plazo de 15 días para negociar.
La protesta -que afectó al puerto central de Rosario- retrasó los embarques e impulsó los precios de los granos en el mercado de futuros de Chicago por temores respecto del abastecimiento, dado que Argentina es uno de los principales proveedores internacionales de soja, maíz y trigo.
Una repetición de la huelga reciente durante las próximas semanas tendría un impacto mayor en los precios globales de alimentos, ya que la recolección de maíz y soja de Argentina está por comenzar.
El plazo inicial de las negociaciones fijadas por el gobierno finaliza el 17 de febrero y los dirigentes sindicales, que dijeron haber rechazado una oferta de las compañías en las negociaciones, amenazaron con volver a las protestas si no se concreta un acuerdo.
Sin embargo, Alberto Rodríguez, director ejecutivo de la cámara procesadora y exportadora de granos Ciara-Cec, afirmó que aún tiene esperanzas.
"Hay una nueva reunión el lunes y hay que ser optimista y esperar que el lunes tengamos una solución", señaló Rodríguez.
"Se intercambiaron opiniones y ahora tenemos una nueva reunión el lunes y en el medio, obviamente, se está evaluando", añadió.
Fuentes de los gremios y de la industria afirman que las negociaciones son complejas porque hay diez sindicatos que demandan alzas salariales.
La huelga fue lanzada por la rama de San Lorenzo de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera de Argentina. Pero los trabajadores que participaron de la medida, que incluyó a guardias de seguridad y cocineros, ahora son representados por separado en las conversaciones.
Los trabajadores iniciaron el paro en reclamo del mismo sueldo mínimo de 5.000 pesos (US$1.200) que consiguió el gremio de los aceiteros el año pasado.
Edgardo Quiroga, líder sindical de la CGT San Lorenzo, dijo que una oferta inicial de los exportadores -entre los que están Cargill , Bunge and Noble- estuvo muy lejos de lo esperado por los obreros.
"No sólo fue baja la oferta, sino que fue hasta ofensiva", señaló el gremialista el martes. "Esto es parte de lo que ha pasado siempre, es parte de la negociación y nosotros creemos que vamos a ganar", agregó.
Si no se llega a un acuerdo, el ministerio de Trabajo de ese país podría extender el plazo de las negociaciones.