Según explicó el presidente de la estatal peruana, Petroperú, Carlos Paredes, la inversión necesaria van desde US$400 millones, solo para modernizar los que ya existen, o hasta US$1.600 millones para extenderlo a nuevos lotes en el nororiente de Perú.
Lima. La modernización y extensión del Oleoducto Norperuano demanda una inversión total que alcanzaría hasta US$1.600 millones, señaló este miércoles el presidente del directorio de Petroperú, Carlos Paredes Lanatta.
“Hay un estudio de ingeniería básica que ya se hizo y nos muestra las diferentes opciones técnicas que hay para mejorar el oleoducto y extender su ámbito de operación. Los costos estimados pueden ir entre US$400 millones y US$1.600 millones, y la diferencia es porque son diferentes coberturas para llegar a otros lotes petroleros”, dijo a la Agencia Andina.
“Llega a US$1.600 millones de inversión porque es una extensión a nuevos lotes en el nororiente del país, y ese crudo es pesado (...) Los US$400 millones serían solo para modernizar los actual”, agregó.
Carlos Paredes reconoció que no puede haber operación eficiente y rentable del Oleoducto Norperuano si es que no se incrementa de manera significativa la actividad petrolera.
“Necesitamos promover la inversión, por este motivo, estamos trabajando con las empresas privadas, Perupetro y el Ministerio de Energía y Minas en la elaboración de un estudio de prospectiva que incluye la elaboración de escenarios futuros, y permita identificar y proponer medidas concretas que fomenten el desarrollo de nuestra industria en la Amazonía”, afirmó.
“Por invertir en el oleoducto no podemos incurrir en un déficit enorme, proyectado en más de US$100 millones anuales en el siguiente quinquenio, si es que este esfuerzo no viene acompañado de esfuerzo coherente para desarrollar la industria petrolera en el país”, agregó.
El presidente de la empresa estatal manifestó que esta iniciativa desarrollada junto con el sector privado, pone de relieve el rol articulador que puede cumplir Petroperú.
“Somos una empresa de hidrocarburos y también somos parte del Estado, estas características nos llevan a pensar que debemos continuar articulando este tipo de esfuerzos. Necesitamos presentar una propuesta de la industria al país, también coordinar con las diferentes instituciones del Estado para ayudar a articular políticas públicas para nuestras zonas de influencia”, indicó.
Carlos Paredes consideró que Petroperú no podría financiar la extensión del Oleoducto Norperuano, sino el capital privado, porque la petrolera estatal no tiene la capacidad económica para ejecutar una inversión de esa magnitud.
“A futuro tiene que intervenir la inversión privada, y veremos formas de asociación para ello”, manifestó.
“La operación del oleoducto le ha generado cuantiosas pérdidas a Petroperú, estas representan aproximadamente US$20 millones anuales en los últimos 10 años. Las razones detrás de estas pérdidas se encuentran en la reducción progresiva del volumen de crudo transportado, lo cual refleja la disminución de la inversión privada en petróleo en la Amazonía”, dijo.
Acciones contra atentados. Carlos Paredes estimó que los últimos tres atentados contra el oleoducto representan un gasto de 40 a 50 millones de soles (entre US$11 millones y US$14 millones) en la reparación y la remediación de los consecuentes derrame, lo que impactará negativamente en los resultados económicos de Petroperú este año.
“Sin duda alguna, necesitamos un mejor relacionamiento con las comunidades nativas de la Amazonía. Sin una relación mutuamente beneficiosa y sostenible, no habrá industria petrolera en la selva. El Estado, Petroperú y las empresas privadas están llamados a enfrentar de una manera realista esta problemática”, explicó.
“Al respecto, estamos trabajando con diversos interlocutores de las comunidades de la Amazonía y planeamos establecer o ampliar lazos formales de cooperación. No habrá oleoducto seguro sin una gestión social eficiente, pero también es cierto que requerimos el apoyo del Estado en materia de seguridad”, agregó.
El presidente de Petroperú anunció que en las próximas semanas se trabajará en lograr acuerdos proactivos con las comunidades para fin que participen en las actividades de desbroce y patrullaje del oleoducto, tal como se viene haciendo en el tramo 1.
“Asimismo, invertiremos en soluciones tecnológicas que permitan minimizar este tipo de atentados, para proteger al oleoducto y proteger a los peruanos que viven en las comunidades aledañas”, señaló.