La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó que un control más estricto sobres las pesquería y una reducción de sus capacidades de extracción, sobre todo de la pesca marina, podría tener un efecto social negativo a corto plazo.
Santiago. Chile, Ecuador y Perú podrían ver una menor productividad en la pesca y una mayor frecuencia de los fenómenos de El Niño y La Niña, debido al impacto del cambio climático sobre la corriente de Humboldt, según un estudio de la FAO divulgado este martes.
En las últimas décadas, el ecosistema de la corriente de Humboldt (SCH), ubicada en el océano Pacífico, produjo más peces por unidad de superficie que cualquier otro sistema marino. Pero un clima más cálido podría implicar grandes alteraciones en los regímenes de las pesquerías y una disminución del plancton.
"(Las) consecuencias potenciales son considerables y los países deben considerar una serie de cambios de política para enfrentar ellos", afirmó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO destacó que un control más estricto sobres las pesquería y una reducción de sus capacidades de extracción, sobre todo de la pesca marina, podría tener un efecto social negativo a corto plazo, pero son medidas indispensables para salvaguardar la sostenibilidad a largo plazo.
Según el estudio, en el sistema SCH la productividad de los peces está controlada principalmente por el clima, y sus efectos en la producción de fitoplancton, que es la base de toda cadena alimentaria marina.
El texto agregó que se proyecta una disminución general en la abundancia de fitoplancton y zooplancton para el SCH, como resultado de un agotamiento de nutrientes a gran escala en el agua subsuperficial, debido a un clima más cálido.
"Se espera que la extensión media del área rica en zooplancton disminuya en aproximadamente un 33% en las zona norte y central del SCH, y alrededor del 14% en el sur de dicho sistema marino", dijo el informe.
La FAO enfatizó que se deben institucionalizar sistemas participativos de gobernanza, promover estudios científicos especializados y mejorar el monitoreo, lo que aumentaría la capacidad de adaptación de la pesca en pequeña escala para hacer frente al cambio climático.