El presidente ejecutivo de General Electric para América Latina, Daurio Speranzini Jr., es una de las 20 personas que fueron encarceladas la semana pasada, en medio de un caso en el que los fiscales denuncian una confabulación de multinacionales como Philips, Johnson & Johnson.
Sao Paulo. El presidente ejecutivo de General Electric Co para América Latina participó de una trama para fijar los precios de equipos médicos mientras estuvo en el conglomerado, lo que lo convierte en miembro de un cartel internacional del sector salud, según un documento presentado por fiscales federales de Brasil.
El ejecutivo, Daurio Speranzini Jr., es una de las 20 personas que fueron encarceladas la semana pasada, en medio de un caso en el que los fiscales denuncian una confabulación de multinacionales como Philips, Johnson & Johnson, y varias otras.
Los fiscales dicen que la trama involucró sobornos a funcionarios gubernamentales de salud, a cambio de ayuda para inflar los precios de una serie de equipamientos médicos, como máquinas de imágenes de resonancia magnética y prótesis.
Reuters revisó un documento judicial de 362 páginas, presentado ante un juez de Río de Janeiro para conseguir la aprobación de los arrestos y las órdenes de registro, que muestra que los fiscales también afirman que GE fue parte del grupo de empresas que presuntamente canalizó sobornos a través de una firma de suministros médicos con conexiones políticas.
La compañía, Oscar Iskin, luego pasaba diferentes porcentajes de los sobornos a funcionarios del Gobierno para fijar los precios de los equipos médicos y otros productos, sostienen los fiscales.
"La situación adquiere una mayor gravedad dado que después de una investigación interna (en Philips) que resultó en la salida de Speranzini de la empresa, él se sumó a otra firma del sector salud (GE) en la que siguió realizando prácticas ilícitas relativas a los contratos gubernamentales", sostienen los documentos.
Los documentos citan "evidencia robusta" de que Speranzini "participó en los delitos de corrupción, ofertas fraudulentas y formación de una organización criminal", agregando que "también hay evidencia de que intentó encubrir los crímenes para que los órganos reguladores no los descubrieran".
En respuesta a preguntas de Reuters, la portavoz de GE Jennifer Erickson dijo este lunes que la compañía "actualmente no está al tanto de ninguna conducta indebida que involucre a GE Healthcare y está comprometida a cooperar con las autoridades en lo que se nos pida".