Los tres países que más dinero dedicaron en 2011 a los subsidios energéticos fueron EE.UU. con US$502.000 millones, China con US$279.000 millones y Rusia con US$116.000.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó sobre los efectos negativos de los subsidios energéticos, que en todo el mundo supusieron en 2011 US$1,9 billones, cerca del 2,5% del PIB global, encabezados por EE.UU., China y Rusia.
"Aunque destinados a proteger a los consumidores, los subsidios energéticos agravan los desequilibrios fiscales, desvían el gasto público y deprimen la inversión privada", indicó el Fondo en un informe en el que urge a una reforma de este tipo de subsidios y describe sus implicaciones económicas.
La gran parte de ellos se concentran en el petróleo, pero el análisis también estudia los ofrecidos a otros tipos de energía como eléctrica, carbón o gas.
Los tres países que más dinero dedicaron en 2011 a los subsidios energéticos fueron EE.UU. con US$502.000 millones, China con US$279.000 millones y Rusia con US$116.000.
El organismo internacional agregó a los afectos adversos de estas políticas sus consecuencias medioambientales ya que alientan la "reducción de los recursos naturales" y distorsionan las políticas productivas.
Desde este punto de vista, su eliminación podría llevar a un declive de cerca del 13% en la emisión de CO2 y generaría positivos efectos de contagio al reducir la demanda energética global.
Además, el reporte señala que son "altamente ineficaces" a la hora de apoyar a los más pobres, uno de los principales argumentos utilizados por los gobiernos para su aplicación.
"La mayor parte de los beneficios de estos subsidios son aprovechados por los hogares de mayores ingresos, por lo que refuerzan la desigualdad", indicó, ya que "a mayores ingresos, mayor consumo energético".
Carlo Cotarelli, director de Asuntos Fiscales del FMI y uno de los coordinadores del estudio, afirmó en conferencia telefónica que "los subsidios son un problema en prácticamente todos los países del mundo" y señaló que son "muy costosos" de mantener para los gobiernos.
"Aunque no aparezcan habitualmente en los presupuestos, al final siempre tienen que ser pagados por alguien", subrayó el informe, que revisó la situación sobre la cuestión en 176 países de todo el mundo.
Por otro lado, el Fondo explicó que los países en vías de desarrollo tienden a subsidiar la energía antes de impuestos, es decir, por debajo de su valor de suministro.
La región donde más se acumula este tipo es el Oriente Medio y Norte de África, casi el 50%.
Mientras que los países avanzados, suelen hacerlo después de los impuestos. Estos últimos son los más cuantiosos por volumen, y en ellos los países avanzados acaparan el 40%.