La construcción de vehículos en Hangzhou -una ciudad de más de seis millones de personas al sur de Shanghái- lleva a la automotriz más cerca de la población más acaudalada del gigante asiático, que se extiende a lo largo de la costa.
Hangzhou. Ford Motor Co. y su socio chino comenzarán a construir su primera fábrica en la costa del gigante asiático, donde la automotriz estadounidense puede acceder fácilmente al creciente número de compradores en ese país.
La fábrica de US$760 millones es una de las cinco que Ford está construyendo para cimentar su lugar en el mayor mercado automotor del mundo. Ford también está construyendo una tercera planta de ensamblaje en su centro industrial en la ciudad de Chongqing, en China central.
La construcción de vehículos en Hangzhou -una ciudad de más de seis millones de personas al sur de Shanghái- lleva a Ford más cerca de la población más acaudalada de China, que se extiende a lo largo de la costa.
También provee a Ford de un puerto accesible, de modo que pueda exportar vehículos en el futuro, aunque Ford dijo que ahora está concentrada en construir autos para el mercado chino.
"Hangzhou es realmente crítico debido al mercado al que sirve y diversifica nuestras operaciones", dijo el presidente ejecutivo de la compañía, Alan Mulally, tras un evento en Hangzhou realizado este miércoles. "La base de consumidor aquí es fantástica", agregó.
Desde el 2006, Ford ha invertido casi US$5.000 millones en China con el objetivo de doblar su capacidad, su número de empleados y de concesionarias al 2015. La planta en Hangzhou podrá construir 250.000 vehículos cuando abra en tres años.
Ford es la última en una larga serie de automotrices que quiere lanzar o expandir sus principales marcas en China, donde se espera que la venta de autos de lujo superen las de Estados Unidos dentro de ocho años. Ford planea llevar su marca de lujo Lincoln a China al 2014.
El fabricante estadounidense de automóviles también lanzará 15 modelos de marca Ford en China al 2015. Uno de ellos será un auto de bajo costo para atraer a compradores en las ciudades chinas occidentales, de rápido crecimiento.
Ese modelo será el rival del Chevrolet Sail, un auto desarrollado por General Motors y sus socios chinos, que se vende por menos de US$10.000.