A través de la elaboración de pulpas y salsas orgánicas, Colombia se prepara para penetrar el mercado estadounidense y europeo.
Bucaramanga. La empresa colombiana Fruinsa ha comenzado a comercializar en el mercado de Estados Unidos pulpa y salsas a base de frutas típicas locales, como parte de una estrategia basada en alimentos orgánicos y el desarrollo de una cadena de producción en el departamento de Santander.
Frutas Industriales de Santander, nacida en 2006 en Bucaramanga, logró un espacio en el competido mercado estadounidense con unos primeros envíos en 2012 a Nueva York de pulpa de maracuyá y mango, relató a Colombia.inn, agencia operada por EFE, el gerente y fundador de la compañía, Antonio Calderón.
Su especialidad: pulpa de fruta y salsas usadas para preparar mermeladas y productos de repostería, en cuya elaboración han podido involucrar a 700 familias campesinas que, además de aumentar su producción, se han capacitado en el mejor manejo de sus cultivos y han trabajado en la creación de una cadena para productos orgánicos.
Calderón asegura que hacia Estados Unidos envían todavía "pequeñas cantidades".
"Vemos mucha posibilidad, hay un buen potencial en el caso del mercado estadounidense (...) para latinos", consideró.
Destacó que también existen "muchas posibilidades" en Europa y Chile, donde sus potenciales clientes están interesados en sus productos "como materia prima para la elaboración de jugos y de mermeladas".
Y anticipó que para mediados de este año esperan concretar negocios con Polonia, al tiempo que mantienen "muy buenos contactos" con compradores interesados en Alemania y Holanda.
Fruinsa, que pasó de funcionar en su primera etapa en una bodega de 400 metros cuadrados a una planta con una capacidad de producción de 450 toneladas al mes, es considerada por este ingeniero de alimentos un proyecto de vida cristalizado.
"Iniciamos el proyecto con recursos propios, porque era un proyecto nuevo, un proyecto que tenía muchas ambiciones en papel", confesó Calderón, al señalar que pese a que tocaron muchas puertas no fueron recibidos e iniciaron con un capital de 25 millones de pesos colombianos (unos 10.023 dólares) en ahorros.
El negocio, que comenzó en agosto de 2006, cerró sus primeros meses con una facturación de 70 millones de pesos (unos 28.069 dólares) y año tras año se ha fortalecido hasta finalizar 2014 con ventas por 4.500 millones de pesos (unos 1,8 millones de dólares) y la aspiración de crecer un 5 % en 2015.
Al mismo ritmo ha crecido la planta de empleados, que pasó de cuatro a 28 en la actualidad, y el número de familias proveedoras de materia primas, que subió de 25 a 700.
Durante este tiempo Fruinsa ha contado con el apoyo de la Fundación Bavaria, la Cámara de Comercio de Bucaramanga, el Ministerio de Agricultura, Procolombia (la entidad que fomenta las exportaciones, la inversión, el turismo y la marca país), el banco de desarrollo Bancóldex e iNNpulsa, la unidad del Gobierno que promueve el crecimiento empresarial extraordinario.
Sobre los próximos pasos de este emprendimiento, Calderón aseguró que buscarán entrar este año en los almacenes de cadena.