Las precipitaciones se habían extendido por la mitad norte del estado, donde se cultiva la mayor parte de los granos.
Sao Paulo. Las fuertes lluvias aliviaban este viernes zonas claves para la producción de granos en el sur de Brasil, lo que podría detener las crecientes pérdidas de cultivos tras semanas de un clima cálido y seco, según comunicaron agencias agrícolas estatales.
El inusual tiempo seco relacionado al fenómeno climático de La Niña ha provocado importantes pérdidas a los cultivos de soja y maíz en el segundo productor mundial de la oleaginosa, impulsando los precios de los granos en la Bolsa de Chicago.
Pero se espera que las recientes lluvias ayuden a recuperarse las plantas debilitadas por la sequía.
"El pronóstico del tiempo y las lluvias de hoy ciertamente son las mejores noticias del año y de los últimos meses para los productores", dijo el director técnico de la agencia agrícola estatal Emater en el estado de Río Grande do Sul, el tercer mayor productor de soja del país, Gervasio Paulus.
Paulus aclaró que las lluvias se habían extendido por la mitad norte del estado, donde se cultiva la mayor parte de los granos.
Los futuros de la soja cayeron a un mínimo en la sesión después del anuncio de lluvias extendidas en el sur de Brasil. El panorama climático también parece mejorar para Argentina, el tercer mayor productor mundial, que también ha sufrido pérdidas debido al fenómeno de La Niña.
Emater redujo sus estimaciones sobre la producción de soja en más de un 15% desde su proyección inicial debido a la ausencia de lluvias, y espera alcanzar un total cercano a los 8,7 millones de toneladas.
También hubo precipitaciones en Paraná, el mayor productor de maíz, donde la sequía ha provocado la pérdida irreversible de cerca de un quinto de sus cultivos.
"Llovió en toda la región, en el norte, en el oeste, el sureste (...) En algunas zonas llovió 100 milímetros", dijo el director del departamento de agricultura rural de Paraná, Deral, Otmar Hubner,.
Paraná también produce cerca de un quinto de la soja del país, o unos 14 millones de toneladas, y su cosecha es la segunda mayor del país, detrás de la estado de Mato Grosso, que se ha salvado de los problemas climáticos por el momento.
Deral dijo que espera que la sequía reduzca la producción potencial de Paraná en cerca de un 10% este año y disminuyó su estimación para la soja a 12,7 millones de toneladas.