La consolidación empresarial, que todavía debe ser aprobada por Estados Unidos, Irlanda y la Unión Europea, dejará a ChiquitaFyffes con el control de más del 27% del comercio internacional de banana.
Washington. La fusión de Chiquita y Fyffes, que creará la mayor distribuidora de bananas, ocurre cuando la propagación del sudeste de Asia a África de un hongo que afecta a la variedad dominante de esta fruta amenaza a los países de América Latina, donde se cultiva el 70% de las exportadas en todo el mundo.
La consolidación empresarial, que todavía debe ser aprobada por Estados Unidos, Irlanda y la Unión Europea, dejará a ChiquitaFyffes con el control de más del 27% del comercio internacional de banana.
Otro 26% está en manos de Dole y un 15% manejado por Del Monte, de modo que tres firmas estadounidenses con métodos de monocultivo en escala industrial podrían estar a fin de año a cargo de casi el 70% de las frutas exportadas.
La ecuatoriana Noboa maneja un 5% adicional, y el 25% restante se lo reparten Reybanpac, de Ecuador, JFC de Rusia, el Grupo Acon de Costa Rica, Banacol y UNIBAN de Colombia.
La banana es la exportación agrícola más importante para Ecuador, Panamá, Costa Rica y Belice, y se cuenta entre las tres más importantes para Colombia, las Filipinas, Guatemala, Honduras y Camerún.
Pero la banana para exportación representa sólo el 15% de los aproximadamente 145 millones de toneladas de esa fruta producidas en el mundo, y el 85% es ingrediente principal en la dieta para unos 400 millones de personas en Asia, África y América Latina.
Un estudio del Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT), con sede en Colombia, publicado la semana pasada por Proceedings of the National Academy of Sciences, señaló que la creciente homogeneidad de los suministros mundiales de alimentos presenta graves riesgos para la agricultura y la alimentación.
La uniformidad hace que la agricultura sea más vulnerable a las enfermedades de las plantas y a los efectos del cambio climático, como las sequías, que afectarán a más gente en todo el planeta.
Existen centenares de variedades de banana y plátano en el mundo, pero el 99% de las bananas que se consumen en los países desarrollados, en su mayoría importadores, es de la variedad "Cavendish", desarrollada desde mediados del siglo XX porque era inmune a l hongo Fusarium oxysporum, causante de la fusariosis del banano o mal de Panamá.
La Raza 1 del mal de Panamá devastó las plantaciones de las variedades "Gross Michel", "Seda" y "Manzana" entre 1920 y 1960, con grave impacto para las economías de los países productores, especialmente en América Central.
El colapso de esas variedades dio paso a la popularidad de la "Cavendish", conocida también como Banana Chiquita, que es ahora el único tipo que se embarca y come en todas partes desde Buenos Aires a Moscú, y desde Los Ángeles a Tokio.
La homogeneidad en el comercio mundial de banana asegura a la industria que todas las frutas tengan el mismo color, el mismo sabor, el mismo tamaño y maduren al mismo tiempo, lo cual facilita los embarques y la presentación estandarizada en los mercados.
Fyffes, de Irlanda, que recibió su primer cargamento de bananas en septiembre de 1888, se enorgullece, por ejemplo, del uso del "cultivo meristem", un proceso que produce "una gran cantidad de plantas nuevas casi idénticas".
El año pasado los productores bananeros en Jordania y Mozambique vieron los primeros efectos sobre sus frutas de la Raza 4 del mal de Panamá que ya ha causado graves daños desde la década de 1990 en los países del sur y sudeste de Asia.
Randy Ploetz, profesor de patología de plantas en la Universidad de Florida que descubrió la Raza 4, indicó que decenas de variedades que son inmunes a la Raza 1 no tienen defensas contra el nuevo patógeno.
La Raza 4, añadió, es capaz de matar al menos el 80 % de las bananas y plátanos producidos cada año en más de 150 países, y muchos expertos han advertido del posible "salto a América Latina" dado que hay trabajadores latinoamericanos que laboran en las plantaciones africanas.
En diciembre pasado Ed Lloyd, portavoz de Chiquita, dijo que "no hay, por cierto, una amenaza inmediata a las producción bananera en América Latina".
Después del arroz, el trigo y los productos lácteos, la banana es con 44.500 millones de dólares anuales la cuarta producción agropecuaria más valiosa del mundo.
El mayor productor de banana es India, con el 20 % de toda esa fruta en el mundo, pero los mayores exportadores son Ecuador, con 29 % del total de banana en el comercio internacional, Costa Rica y Colombia con 10 % cada uno, las Filipinas con el 9 % y Guatemala con el 8 %.