La operación también contempla que la eléctrica asuma deudas de Ámbar, brazo energético de J&F, por unos US$105 millones.
Sao Paulo.- La eléctrica Taesa pagará 942,5 millones de reales (US$240,7 millones) por activos de transmisión de energía de Ámbar, firma controlada por el holding J&F, y asumirá 414 millones de reales (US$105,7 millones) en deudas a largo plazo asociadas a los emprendimientos, dijeron a Reuters ejecutivos de la compañía este martes.
Controlada por la minera Cemig y el grupo colombiano ISA, Taesa anunció la adquisición en la víspera, en un negocio que involucra el 100% de las acciones de São Pedro Transmisora y de San Juan Transmisora, así como el 51% del Triángulo Minero Transmisor y de Vale do, San Bartolomé Transmisora, todas con líneas de energía ya en funcionamiento.
"Las deudas son a largo plazo, entonces ya pagaremos con el flujo de ingresos de la operación. La mayor parte es junto a la Caixa Económica Federal, con una tasa muy baja, gran parte con una tasa de interés del 3,5% al año ", dijo a Reuters el director financiero de Taesa, Marcus Aucelio.
Añadió que Taesa prepara una captación de cerca de 850 millones de reales (US$217 millones) en el primer trimestre de 2019 para recaudar recursos para el pago de la transacción por Ámbar y para retirar también una compra de activos de Eletrobras cerrada por la compañía en una subasta realizada en septiembre.
"Para pagar esa compra y más los activos de Eletrobras necesitaríamos alrededor de 1,25 mil millones de reales (US$319,2 millones), pero para hacer frente a ese pago necesitaremos 850 millones de reales (US$217 millones). El resto es caja, la compañía tiene un cuadro muy alto ", explicó. "Nuestra idea es emitir debentures, y la gente ya empezó a ver con los bancos", agregó.
Ámbar pasó a negociar la venta de sus activos en el sector de energía después de que el grupo J&F se vio involucrado en las investigaciones de la Operación Lava Jato.
La conclusión de la operación está condicionada al cumplimiento de determinadas condiciones anteriores previstas en contrato, que incluyen cláusulas que buscan proteger a Taesa de eventuales impactos de las investigaciones anticorrupción.
Así, el cierre dependerá de cuestiones como la inexistencia de impedimentos legales o efectos materiales adversos relacionados con los activos, así como declaración del Ministerio Público Federal (MPF) sobre el cumplimiento del acuerdo de lenidad cerrado por J&F.
El negocio prevé también que los vendedores deberán indemnizar a Taesa si incurre en pérdidas relacionadas con una eventual violación de leyes anticorrupción por J&F.
El presidente de Taesa, Raul Lycurgo Leite, dijo a Reuters que esas y otras cláusulas van a blindar a la empresa de cualquier perjuicio en el negocio por cuestiones relacionadas con el cumplimiento. Los activos representan líneas de transmisión con 1.227 km de extensión, que agregarán a la cartera actual de Taesa un ingreso anual de 130,1 millones de reales (US$33,2 millones, incluyendo refuerzos en construcción).