Los conflictos con los empleados no han cesado en las últimas semanas, luego que el estado venezolano se hiciera del control de la compañía de capitales españoles, y que fue rebautizada como Agropatria.
Caracas. Aun cuando Agroisleña mantiene cierta parálisis administrativa como consecuencia del traspaso del patrono, voceros del sector productivo primario aseguraron que la empresa expropiada a principios de octubre mantiene sus operaciones con relativa normalidad, por lo que aseguran que de momento se está garantizado el suministro de insumos agrícolas.
"Las tiendas que hemos visitado están despachando con la normalidad que el caso impone", aseguró Gustavo Moreno, vicepresidente de la Asociación de Productores Rurales del estado Portuguesa (Asoportuguesa).
A inicios de octubre el gobierno decidió expropiar esta compañía de capitales españoles presente en el país desde la década del '50, acusándola de que con su venta de insecticidas e insumos agrícolas distorsionaba los precios de los productos del campo.
Según Hugo Chávez, con la apropiación fiscal el estado podría ayudar al desarrollo de los pequeños agricultores y evitar que los precios se disparen teniendo como excusa el encarecimiento de los productos asociados.
Además, el presidente decidió cambiarle el nombre y rebautizarla como Agropatria.
Gustavo Moreno señaló que en lo que respecta a esa organización, los productores han sido atendidos sin mayor restricción, al tiempo que señaló que el próximo jueves Asoportuguesa se entrevistará con representantes de Agropatria para analizar las condiciones que privarán en el financiamiento de la empresa estatal a las asociaciones de productores.
No obstante, un agricultor independiente, que prefirió no ser identificado, señaló que algunas tiendas comenzaron a discriminar el despacho de mercancía, atendiendo sólo los pedidos de pequeños propietarios.
"Si esto se mantiene así, los medianos y grandes productores estaremos limitados para la próxima temporada de siembra" dijo.
A pocas semanas de su expropiación, los conflictos en Agroisleña siguen estando a la orden del día, luego de que varios empleados del consorcio resultaran heridos y otros fueran detenidos después de la intervención de militares y de las fuerzas de seguridad del Estado en la sede de la empresa en Cagua, Aragua.
Se pudo conocer que el conflicto se originó luego de que efectivos militares dispersaran de forma violenta una manifestación de trabajadores de Agroisleña y de su filial Ininca, quienes exigían que la nueva administración estatal mantenga las condiciones de trabajo.
"Por tratarse de producción de químicos que deben ser elaborados en una sola jornada, muchos de sus obreros laboran sobretiempo, lo que incrementa su sueldo semanal, una condición que exigen se mantenga", señaló una fuente cercana a la compañía que prefirió no ser identificada.
Explicó que los obreros de Ininca iniciaron una protesta para exigir que continúe esta dinámica de trabajo, pero fue repelida por las fuerzas de seguridad, que desde este martes tomaron las instalaciones de la empresa.
La fuente agregó que los custodios uniformados sustrajeron gran parte de los insumos almacenados en las instalaciones de Agroisleña e Ininca, lo que contribuyó a exacerbar el ánimo de los trabajadores.
Por otra parte, algunos empleados mantienen una vigilia permanente en las instalaciones de Agroisleña, para presionar el pago de las prestaciones sociales, toda vez que aducen que el cambio de patrono supone un fin de la relación laboral con el antiguo propietario y, por ende, el pago de pasivos.
