El plan de instalación de conexiones de gas domiciliario de YPFB no contempla aún iniciar estos trabajos en las zonas identificadas de alto riesgo de las ciudades por la inestabilidad de las mismas.
Las 35 zonas de alto riesgo identificadas en la ciudad de La Paz, Bolivia, no podrán contar con el servicio de gas natural domiciliario en, al menos, los próximos cuatro años, debido a su naturaleza inestable y a que aún no se planificó el ingreso a las mismas.
La Gerencia Nacional de Redes de Gas y Ductos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está encargada de la logística e instalación de conexiones de gas domiciliario. Este trabajo se realiza tomando en cuenta los mapas de riesgo de las diferentes ciudades del país. La Paz tiene 35 de estos sectores identificados.
“Por previsión, si el plano de riesgos de la ciudad señala que un sector es de alto riesgo no ingresamos al mismo y dejamos pendiente la instalación de conexiones domiciliarias en esas zonas”, aseguró en entrevista con La Razón el gerente nacional de Redes de Gas y Ductos de YPFB, Óscar López.
La ciudad de La Paz fue contruida sobre más de 200 ríos y riachuelos, además de estar sobre suelos inestables. El 60% de la urbe tiene algún nivel de riesgo, pero la mayor parte de las zonas están catalogadas en un nivel de riesgo “bajo o moderado” y las de alto nivel de riesgo “no superan el tres por ciento”, informó el coordinador general en la elaboración del Mapa de Riesgos de la sede de gobierno, Rodolfo Ayala.
Los niveles de inseguridad se calculan en una escala de 0 a 5. Para la puntuación se toma en cuenta la erosión del suelo, las inundaciones o sifonamientos, así como las zonas de deslizamientos cuyos casos presentan una mayor recurrencia por sus características topográficas, precisó.
Seguridad. Para las conexiones de gas domiciliario, YPFB tiene “una planificación anticipada” de cuatro a cinco años. “En el momento que tengamos que ingresar (a esas zonas) tenemos que hacer todo un proyecto y elaborar un estudio completo”, dijo López.
Desde hace más de dos años, recordó, YPFB inició la conexión domiciliaria en las zonas que no están contempladas en los mapas de alto riesgo de varias ciudades del país. En el 2009, se efectuaron 52.470 instalaciones de gas domiciliario y al 31 de julio de este año se superaron las 51.000, informó.
El proceso de instalación está basado en la planificación y aplicación de sistemas de seguridad que incluyen inspecciones, supervisión y mantenimiento continuo. “Todas las zonas en las que ingresamos tienen los mismos sistemas de seguridad”, agregó López. La seguridad de las conexiones incorpora, además, válvulas que se cierran al flujo de gas ante el menor cambio en la presión de las cañerías.
Siguiendo normas internacionales, la red primaria está ubicada a una profundidad de entre 1 y 1,2 m y la secundaria a 0,90 m. Asimismo, el último servicio básico que ingresa a las zonas es el gas. “Es difícil que entremos a zonas que no tienen agua potable ni alcantarillado porque los riesgos posteriores son mayúsculos”, remarcó.
Las obras civiles y mecánicas para estos trabajos las realiza YPFB a través de empresas contratadas, pero “todo el evance de las obras está debidamente controlado por un inspector de YPFB”.
En el caso de las instalaciones internas, una vez que se concluyen éstas, el inspector verifica que el trabajo final cumpla con los requerimientos técnicos y hace una prueba de hermeticidad para verificar que la instalación no presente ninguna fuga o riesgo de fuga. “El contrato de compraventa que realiza la empresa contratada con el propietario del inmueble debe tener la aprobación del inspector, lo cual representa una garantía adicional de la conexión”, indicó el asesor gerencial de YPFB, Xavier Vega.
Instalación de gas sin normativa. La Alcaldía de La Paz cuenta con la normativa que exige que las nuevas edificaciones tengan la infraestructura adecuada para la instalación de electricidad, agua y alcantarillado. Sin embargo, no cuenta con la reglamentación para la instalación del servicio de gas domiciliario y su infraestructura (como la obligatoriedad de la construcción de gabinetes técnicos, dentro de los predios, que contengan los medidores de gas).
“La mayoría de los edificios no han sido diseñados para cubrir estas demandas, lo cual significa un grave riesgo para la instalación de gas domiciliario”, aseguró el asesor gerencial de YPFB, Xavier Vega.