Delta Tankers reiteró que el buque zarpó de Venezuela el 19 de julio, dirigiéndose directamente, sin paradas en otros puertos, a Melaka, Malasia, donde el petrolero descargó toda su carga.
Sao Paulo.- El gestor de un buque petrolero investigado por las autoridades brasileñas en relación con un derrame de petróleo en la costa del país no ha encontrado "pruebas" de que el navío realizara actividades que pudieran haber provocado fugas en un trayecto entre Venezuela y Malasia.
En un comunicado enviado a Reuters el sábado, Delta Tankers Ltd, operador del barco Bouboulina de bandera griega, dijo que una revisión completa del material de las cámaras y sensores que llevan todas sus embarcaciones no reveló evidencia de que el petrolero "se haya detenido, conducido cualquier tipo de operación de barco a barco, filtrado, ralentizado o desviado de su curso, en su paso de Venezuela a Melaka, Malasia".
Delta Tankers reiteró que el buque zarpó de Venezuela el 19 de julio, dirigiéndose directamente, sin paradas en otros puertos, a Melaka, Malasia, donde el petrolero descargó toda su carga.
Autoridades brasileñas afirmaron el viernes que un barco de bandera griega que transportaba crudo venezolano fue la fuente del derrame que llegó en los últimos dos meses, y que habría vertido el crudo a 700 kilómetros de la costa alrededor del 28 y 29 de julio, después de cargar el petróleo en Venezuela.
La Marina dijo el sábado que el petróleo fue descubierto y estaba siendo removido por equipos de limpieza en la isla de Santa Bárbara, que forma parte del archipiélago de Abrolhos, un lugar único en el Atlántico por su biodiversidad.
Los fiscales que realizaron la investigación dijeron que encontraron pruebas contundentes de que la compañía, el capitán y la tripulación del barco no se comunicaron con las autoridades sobre el derrame de petróleo y/o la liberación del crudo en el Océano Atlántico.
Los relatos contradictorios, junto con la ejecución de órdenes de búsqueda policiales en Río de Janeiro, dieron un giro dramático a las causas del misterioso derrame de petróleo que ha manchado las playas tropicales a lo largo de 2.500 kilómetros de la costa de Brasil.