Si bien las grandes petroleras lidian con una baja en sus ingresos tras hundirse los precios del crudo a más de la mitad desde mediados de 2014, su producción ha crecido persistentemente a medida que proyectos aprobados a comienzos de esta década comienzan a operar.
Londres. Sin importar la caída en los precios del petróleo, los fuertes recortes del gasto y la pérdida de miles de empleos, las principales empresas petroleras y gasíferas del mundo están preparadas para producir más que nunca antes por algún tiempo.
Si bien las grandes petroleras lidian con una baja en sus ingresos tras hundirse los precios del crudo a más de la mitad desde mediados de 2014 luego de años de crecimiento espectacular, su producción ha crecido persistentemente a medida que proyectos aprobados a comienzos de la década comienzan a operar.
La producción general de las siete mayores firmas de petróleo y gas del mundo está camino a subir un 9% entre 2015 y 2018, según estimaciones de analistas.
Con una esperada recuperación en los precios, la producción aumentada debería impulsar el flujo de liquidez y asegurar generosos dividendos, lo que ha obligado a las empresas a doblar su endeudamiento durante el bache económico.
Pese a una caída en las aprobaciones de nuevos planes, durante el hundimiento de los precios las empresas autorizaron varios grandes proyectos, como el yacimiento Johan Sverdrop de Statoil frente a las costas de Noruega. Otras firmas optaron por adquirir producción nueva, como es el caso de Royal Dutch Shell, que compró a BG Group por US$54.000 millones este año.
El gasto de capital para el sector caería desde el monto récord de US$220.000 millones de 2013 a cerca de US$140.000 millones en 2017 antes de repuntar levemente, según Barclays.
Pero las empresas han aprendido a darle mejor uso al dinero luego de reducir sus gastos y decenas de miles de empleos, mientras que el costo de servicios como la contratación de plataformas cayó fuertemente durante el bache económico.
"(El año) 2017 es el punto óptimo para las firmas integradas. Tomó dos a tres años ajustarse a la caída en los precios del crudo y muchas de las eficiencias introducidas en los últimos años van a moverse hacia 2017, cuando los proyectos empezarán a operar y el flujo de efectivo libre mejorará", dijo Lydia Rainforth, analista de Barclays.
Esa capacidad de recuperación se debe primordialmente a los nuevos proyectos gasíferos que se están poniendo en marcha, a medida que las empresas se empiezan a concentrar en la energía menos contaminante y que se espera desplace crecientemente la demanda de crudo en las próximas décadas.
El ritmo más lento en el desarrollo de proyectos tras una década de crecimiento acelerado, que fue acompañada por costos altos, va a ayudar a las empresas, comentó Brendan Warn, analista de BMO.